XXV Aniversario del Instituto Superior de Ciencias Religiosas Santa María de Guadalupe

XXV Aniversario del Instituto Superior de Ciencias Religiosas Santa María de Guadalupe

Este sábado 9 de marzo es un día especial para nuestra Diócesis y para toda la Provincia Eclesiástica. El Seminario Metropolitano San Atón, de Badajoz, acoge el XXV aniversario del Instituto Superior de Ciencias Religiosas Santa María de Guadalupe, un proyecto interdiocesano que arrancó allá por 1999 y que se ha convertido en un nexo de cohesión para la propia provincia, además de ser cuna de licenciados y de profesores de Religión. En el acto está prevista la presencia de nuestro Obispo, Monseñor Brotóns, del Vicario General, don Francisco E.  Barrado, de don Jacinto Núñez, primer director, o Jaime Terrón, actual responsable de la extensión placentina, entre otros. Un acto en el que está previsto una proyección documental y una mesa redonda, y que arrancará a las 10 horas con la acogida y la posterior bienvenida a cargo del director, don Francisco J. Romero, a las 10.30 horas.

A continuación les ofrecemos el reportaje que, con este motivo, publicábamos en el número 601 de la revista diocesana Iglesia en Plasencia, en el que incluímos el testimonio de antiguos alumnos, de don Jaime Terrón y de don Jacinto Núñez.

Bodas de Plata teológicas

El ISCR Santa María de Guadalupe celebra este curso su XXV Aniversario. De hecho, el 9 de marzo en el Seminario Metropolitano San Atón se celebra el Acto Institucional Conmemorativo de este proyecto interdiocesano. En Iglesia en Plasencia se lo contamos con las palabras de los auténticos protagonistas.

Con motivo del  curso 1999-2000 echaba a andar el Instituto Superior de Ciencias Religiosas Santa María de Guadalupe, un proyecto interdiocesano que completaba y culmina otros que ya se estaban desarrollando en las distintas diócesis. En Plasencia existía la Escuela Diocesana de Laicos que luego se integró en el Instituto San Fulgencio de Estudios Teológicos-Pastorales.

Pero la recién creada Provincia Eclesiástica de Extremadura quería dar un paso más allá y lo hacía con la creación de este instituto, que fue erigido por la Congregación para la Educación Católica (Roma) el 16 de marzo de 2000, con don Jacinto Núñez Regodón, sacerdote de la Diócesis de Plasencia, como director.

Arrancó con clases de Diplomatura y Licenciatura en Ciencias Religiosas, con sede en cada una de las diócesis y, durante estos XXV años ha dado cobijo a centenares de alumnos para muchos de los cuales ha sido un trampolín en su vida laboral, pero para todos ha sido, sin lugar a dudas, un respaldo en su vida espiritual. Esa ‘otra familia’ que todos coinciden en tener. Desde entonces, ha sufrido múltiples variaciones en cuanto a titulaciones. En la actualidad, las titulaciones que ofrece son Bachiller en Ciencias Religiosas y Licenciatura en Ciencias Religiosas, ambas de carácter oficial y reconocidas por el Ministerio de Educación y Ciencia como Grado y Máster en CCRR. Además, el Instituto otorga el Certificado DECA en Infantil, Primaria y Secundaria.

Don Francisco Julián Romero es el actual director, que ha sucedido en el cargo, progresivamente a don Luis Manuel Romero, a don Manuel Lázaro, a don José Moreno y, como ya dijimos a don Jacinto Núñez, que, además de director, fue el responsable de la puesta en marcha. En la actualidad, el instituto cuenta con unos 110 alumnos, de los que una treintena cursan estudios en la extensión de Plasencia.

Don Jacinto Núñez Regodón, primer Director del Instituto

Sería, cuanto menos una falta grave, no disfrutar del testimonio de don Jacinto Núñez, responsable de la puesta en marcha y primer director del Instituto que, a través, de su Memoria Agradecida nos cuenta el origen del Instituto. Le trasladamos de forma íntegra su testimonio: “La inauguración oficial del Instituto, presidida por el Sr. Arzobispo de Mérida-Badajoz, el recordado y admirado Don Antonio Montero, tuvo lugar en Badajoz el 15 de mayo del año 2000, aunque la aprobación oficial y la puesta en marcha había comenzado con el curso 1999-2000.

Años antes se había constituido una Comisión preparatoria con miembros de las tres diócesis, que tuvo el encargo de ofrecer los Estatutos y los ajustes del mismo a una realidad nueva, hasta entonces desconocida en España, como era la puesta en marcha de un Instituto con una sede central (Badajoz) y dos extensiones de Aula (Plasencia y Cáceres). Aquella Comisión está a la base del primer equipo directivo, que, bajo la presidencia de Don Antonio Montero y de los otros dos obispos, Don Ciriaco Benavente y Don Carlos López, estaba formado por Jacinto Núñez (Director general), Elías López (Secretario General y encargado de la Sede de Badajoz), Juan Gómez (encargado de la Sede de Coria-Cáceres) y Alfonso Tostado (encargado de la Sede de Plasencia).

Yendo más atrás en el tiempo habría que nombrar también a los muchos que colaboraron en la puesta en marcha de un proyecto ilusionante. Como es imposible citar a todos, señalo al más representativo: D. Amadeo Rodríguez Magro, en ese momento, entre otras cosas, Secretario de la Provincia Eclesiástica. En efecto el 28 de julio de 1994 Su Santidad el Papa Juan Pablo II había creado la Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz que comprende las tres diócesis extremeñas y nombra primer Arzobispo a Mons. Montero. Aunque ya se contaba con algunos trabajos conjuntos de las tres diócesis (por ejemplo, desde el año 1988 habíamos puesto en marcha, con gran éxito, las Jornadas Teológicas de los Seminarios extremeños), la creación de un Instituto Superior de Ciencias Religiosas se presentaba como un proyecto ideal, realista y necesario. Teníamos la suerte de que la Santa Sede y la Conferencia Episcopal habían dado ya orientaciones precisas para estos Centros, tanto en los contenidos académicos como en las formas normativas. En nuestro caso, además, el nombre venía dado por un anhelo, una esperanza, una certeza: Santa María de Guadalupe. Ahí seguimos”.

Foto cedida por la Archidiócesis Mérida-Badajoz.

Don Jaime Terrón, subdirector en Plasencia
En aquel curso 1999-2000, estaba como profesor don Jaime Terrón Lobo, en la actualidad subdirector en Plasencia, además de ser Profesor de Filosofía. Antes pasaron también por el cargo don Juan Carlos Milla y don Alfonso Tostado. Don Jaime nos explica la estructura de las titulaciones y destaca que el Instituto es también “cuna” de profesores de la asignatura de Religión. Además, se deshace en elogios no sólo a los estudios en sí, sino al ambiente familiar que se vive. “No hay nada que sea desagradecido. Aquí, a pesar de la variedad que hay, da gusto. Es una auténtica gozada pues somos como una familia y hay un gran clima de trabajo”, sentencia.

Ignacio María José Cifuentes García, ex alumno

Natural de Becedas (Ávila) y ya jubilado, Ignacio María José Cifuentes fue alumno en la primera promoción y se licenció en Ciencias Religiosas. Veinticinco años han pasado, pero recuerda que “todavía mantengo vínculos con los compañeros de aquellas promociones. De hecho, hace poco les he puesto un whats app con motivo de la celebración de los 25 años en Badajoz. Es que, además, fui delegado de curso”. Antes de iniciar el curso, ya era profesor de religión, pues tenía la DEI, en el Seminario de Burgos y es licenciado en Psicología. Por eso valora tanto el sentido teológico de los estudios. “La verdad es que me enteré que se podía hacer la licenciatura y no lo pensé. Ahora me quedo con una gran formación religiosa que recibí. Tuve muy buenos profesores con los que, además, teníamos muy buena relación. Me ha aportado a mi vida religiosa en todos los niveles, pues al comprender la Biblia y las Enseñanzas de Jesús, puedes ponerlo en práctica”.

María Sheila Sánchez Périz, alumna desde 2014

Natural de Jaraíz de la Vera, Sheila tiene una historia curiosa, pues entró en el Instituto allá por 2014. «Soy diplomada en Magisterio (también licenciada en Comunicación Audiovisual), pero empecé con la Deca de Primaria para tener más opciones en la vida laboral. Ese primer curso, mientras hacía la Deca de Primaria, me ofrecieron hacer la de Secundaria. Saqué la de Primaria y seguí con la de Secundaria, pero también me di cuenta de que podía profundizar mucho más en la Teología. Tu vida espiritual cambia por completo cuando conoces cosas que crees que sabes y que, en realidad no son así”, comenta, a la vez que confirma que “he encontrado otra familia”. Además, traslada su conocimiento a su faceta como profesora de Religión en Secundaria. “Tengo alumnos a los que le gusta. Los valores que transmite la religión, no los reciben en ningún otro ambiente”, añade. El año que viene se licenciará en Ciencias Religiosas.