09 May Sacerdotes «testimonio de la misericordia de Dios». La diócesis celebra San Juan de Ávila
Este viernes, 10 de mayo, la Iglesia celebra la Festividad de San Juan de Ávila, sacerdote católico, escritor y doctor de la Iglesia, además de patrón del clero secular español. En nuestra diócesis se celebra este jueves con una jornada de oración, reflexión, espiritualidad y hermandad que ha reunido a un número importante de sacerdotes diocesanos, que han disfrutado de la conferencia de don Jorge Zazo, de la Eucaristía presidida por nuestro Obispo, Monseñor don Ernesto Brotóns, y de la posterior comida fraterna y posterior sobremesa. Además, han podido homenajear a aquellos hermanos que este año cumplen las Bodas de Oro y Plata sacerdotales, además de recordar a los enfermos y a los que han partido recientemente a la casa del Padre.
La jornada comenzó con la conferencia de don Jorge Zazo Rodríguez, Vicario de Pastoral de la Diócesis de Ávila y doctor en Teología Fundamental por la Universidad Gregoriana de Roma, que versó sobre el tema ‘El Discernimiento: principal propuesta pastoral del Papa Francisco’.
Su charla dio paso al momento central del día con la Eucaristía y posterior homenaje a los hermanos que celebran presentes. Por motivos de misión no pudo acudir don Antonio García Hoya (Operario Diocesano), que cumple sus Bodas de Oro. Sí han estado presentes don Juan José Gallego Palomero y el claretiano don José Márquez Valdés, en sus Bodas de Oro, y el Padre Pawel Stepkowski Fijalkowski (OSPPE), en las de plata.
En su homilía, don Ernesto quiso empezar agradeciendo tanto a los sacerdotes que cumplían fechas especiales como al resto, “por vuestra persona, entrega y ministerio”, y, glosando la figura de San Juan de Ávila, “que nos invita a descubrir la belleza, la alteza, en palabras suyas, del ministerio sacerdotal al que el Señor, por pura misericordia, ha querido llamarnos. Es alto el beneficio que Dios nos ha hecho, decía. Somos sacerdotes por amor, porque hemos sido amados primero y porque amamos”, señaló.
Y quiso dejar claro que “debemos ser transparencia y testimonio palpable de su misericordia. Así me lo recordó mi Obispo cuando me ordenó citando a San Juan Pablo II. Y añadió, graba estas palabras en tu mente y en tu corazón. A eso os invito. Porque ser pastor de la Iglesia no es ser señor, sino padre y madre de todos, corazón de madre nos reclama a los sacerdotes nuestro patrón”, añadía.
Para finalizar, indicó que “el Santo nos invita a desterrar la tibieza, a abrazar austeridad y pobreza, a asumir la responsabilidad que implica nuestro sacerdocio, que pasa por el cuidado mutuo, la fraternidad, el aprecio a la formación, la entrega y el trabajo, y la oración profunda. No lo olvidemos en este año dedicado a la Oración. Nos decía, nuestro oficio es orar, orar por nuestro pueblo, porque sin la oración daremos por consejos de Dios consejos que son nuestros”, sentenció.