30 Sep Renacer en la fe, documento de trabajo y objetivo del curso pastoral 2024-25
Con una importante presencia de diocesanos procedentes de toda la diócesis, el Salón de Actos del Colegio La Salle se vestía de gala este sábado para acoger la Asamblea de Inicio del Curso Pastoral 2024-25, un curso donde nuestro Obispo, Monseñor don Ernesto Brotóns, presentó el documento Renacer en la fe, basado en el análisis de la realidad y punto de partida para, posteriormente, redactar el próximo plan pastoral.
Durante todo el año pasado, los distintos grupos parroquiales, delegaciones, asociaciones, los diocesanos en general, trabajaron sobre el Análisis de la Realidad Diocesana, cuya recopilación ha servido para elaborar una síntesis que ha dado lugar al documento Renacer en la fe, que servirá para trabajar este curso y como base para el próximo plan. Tal y como indicó Monseñor Brotóns, está dividido en varios bloques que terminan con una metodología para llevar a cabo las propuestas operativas. Como señalaba el prelado, no está cerrado para poder tener en cuenta todas las aportaciones y lograr un documento lo más completo posible. El nombre del documento procede en la insistencia de Jesús en ese “de nuevo”. “Nace del tanto amó. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su hijo”, señaló don Ernesto, quien añadió que “estamos llamados a nacer continuamente de nuevo. Todo esto nos lleva a estar en un constante proceso de conversión y estar atentos a lo que demanda la sociedad, una sociedad en constante movimiento. Vivimos un cambio de época con cambios muy acelerados en los que a veces nos sentimos a la intemperie y nos tenemos que agarrar al Señor para preguntarle por dónde”, añadía antes de ahondar en los tres bloques de que consta.
El primero de ellos (bloque A) tiene por objetivo Potenciar y reforzar la misión evangelizadora de la Iglesia, desarrollar una pastoral misionera al encuentro de las personas. Se basaría en distintos puntos como ser y edificar una Iglesia de puertas abiertas, en salida, abierta, acogedora y sencilla; personalización de la fe y del mensaje evangélico; presencia pública de los cristianos: revitalización de la catequesis y de los itinerarios de iniciación cristiana, el fomento y cuidado de la religiosidad popular o la educación y la cultura como cauce evangelizador.
El segundo (bloque B) es el de Fortalecer la Comunión y la Corresponsabilidad. La revitalización de nuestras comunidades cristianas. Para ellos habría que cultivar el encuentro personal y comunitario con Cristo; crear y fortalecer los grupos parroquiales: la formación y protagonismo de los laicos; adaptar y actualizar las estructuras eclesiales; y cuidar y apoyar al clero.
Por último, el tercero (bloque C) es el de Continuar creciendo en la dimensión caritativa y social de la Fe. A través del refuerzo de la labor social de las asociaciones e instituciones eclesiales; la atención integral a los vulnerables; la promoción de una cultura del voluntariado o la colaboración con la propia sociedad civil.
Y todo ello poniendo a la persona en el centro y aprovechando las nuevas tecnologías en pos de la propia Evangelización.
Don Ernesto citaba los Hechos de los apóstoles para señalar que sólo con “ser un solo corazón y una sola alma” ya me daría por contento.
El método de trabajo, tal y como señaló Aurora María González Sierra, que será la responsable y también es la delegada de Pastoral Infantil, Juvenil y Vocacional, indicó que será el de “trabajar el documento en todos los consejos y grupos parroquiales, tal y como ya se hiciera con el Sínodo y con el propio análisis de la realidad”. También indicó que es importante que todos aquellos que, por una u otra razón, no habían participado en el análisis, se unieran. Esta primera fase se extenderá hasta final de enero para que la comisión mixta vuelva a trabajar todas las aportaciones y con todo ello elaborar el próximo Plan Pastoral. Todo ello se hará a través del método de conversación con el Espíritu, con una actitud orante. Pensar y abrir el corazón a lo que los demás dicen y entre todos concluir. Ser conscientes de la parcialidad de nuestro punto de vista abriéndonos y escuchando al Espíritu.
2025, Año del Jubileo, numerosos proyectos
A continuación, don David Calderón, Vicario de Pastoral, y que ha sido designado también como delegado del Jubileo, pasó a exponer las actividades previstas con motivo del mismo. “Celebramos los años naturales de la Encarnación del Señor. Este año, el lema es muy bonito, ‘Peregrinos de la Esperanza’. Además, Papa Francisco instauró el Año de la Oración. En Roma se inaugurará el 24 de diciembre y aquí, el 29 en la SI Catedral, a las 18 horas”, comentó.
“Un Jubileo es recordar la misericordia y la gracia de Dios. Se nos invita a ganar el Jubileo peregrinando. Nuestra diócesis ha organizado una peregrinación que, si no me equivoco, será entre el 16 y el 21 de marzo. Ya iremos dando cuenta de los detalles. Como actos, la delegación de Patrimonio tiene previsto organizar en la Iglesia de San Martín en el segundo trimestre una exposición sobre la figura de Jesucristo coincidiendo con el 170 aniversario del Concilio de Nicea, en el que se decidió que Padre e Hijo tienen la misma e única dignidad. También en la hoja diocesana Iglesia en Plasencia, Monseñor Brotóns, irá escribiendo unas catequesis sobre el credo niceno constantinopolitano (el largo que decimos todos, bromeó), que surgió de este concilio; y ya en septiembre comenzó el ciclo de meditaciones bíblicas en torno a la historia de la salvación, a cargo de don Jacinto Núñez y que es retransmitida desde el Facebook de la Diócesis. Por último, en torno a la fiesta de la Encarnación, el 25 de marzo, estamos trabajando para realizar un rosario que estuviera interconectado entre los principales santuarios de la diócesis”, dijo don David.
Por último, añadió que “hemos entendido que, siendo un año de la oración, debe quedarse ya en la vida de las comunidades. Ventanas ha propuesto Encuentros de Oración creando comunidades y grupos diocesanos donde la oración se convierta en el pulmón y en el corazón de nuestra alma y también está previsto un concierto en torno a la fiesta del jubileo, pero esto y otras cosas se irán dando a conocer porque el calendario de los actos jubilares se está haciendo”, sentenció.
Nueva estructura diocesana
Por último, se procedió a repasar la nueva estructura diocesana, con veinte delegaciones y varias oficinas que se dividen en tres grandes áreas: el Área de Pastoral Caritativa y Social (responsable: doña Isabel Ojalvo); el Área de Celebración del Misterio Cristiano y Religiosidad Popular (don Miguel Ángel Ventanas) y el Área de Anuncio del Evangelio (don David Calderón), una nueva estructura para fomentar el trabajo en red y asimilarse a la de la propia Conferencia Episcopal Española.
Ángélica puso al auditorio a bailar
El acto, conducido por Gema Díaz Rodríguez, responsable de los programas diocesanos de Cope Plasencia, alternó los momentos puramente docentes con los momentos de ocio y emotivos. Uno de ellos fue el que protagonizó Angélica, una chica con síndrome de Down todo alegría, fe y corazón, que se definió a sí misma. “Tengo síndrome de Down, vivo cerca de la Catedral, pertenezco a la Asociación Placeat y voy a misa todos los domingos. En Semana Santa salgo en varias cofradías. Me encanta bailar, hacer deporte, sonreír… Mis cantantes favoritos son Pablo Alborán, Bustamente, Pablo López y Luis Fonsi. Mis bailes favoritos son la salsa, el merengue, la bacciata… Con esto les estoy diciendo que soy cualquiera de ustedes, con los mismos gustos. Estoy aquí para demostrarles que puedo con todo, que si hay que bailar se baila, y que si hay que ayudar a una amiga, se le ayuda. A mí mi amiga Gema me pidió que viniese y yo le dije Síííí. Les digo que hay que creer en Dios, que Él nos ayuda y nos salva”. Y acto seguido hizo subir a varios voluntarios (el vicario general entre ellos) para, al ritmo de una canción del Musical Original. El paso de Carlo, poner a todo el auditorio a bailar. No sabemos si era salsa, merengue o bacciata, pero les podimos decir que la gente disfrutó de lo lindo.
El gesto: un árbol que va creciendo y echa raíces en los diocesanos
El acto también contó con el habitual gesto. Si el año pasado fue una casa que se fue construyendo, en esta ocasión se trató de plantar un árbol desde la nada y echa raíces. A su tronco se fueron añadiendo todas las partes necesarias hasta terminar siendo florido y hermoso y echar raíces en todos los diocesanos. Tierra, agua, herramientas, hojas, flores, … todos estos elementos fueron llevados por parejas hasta que, antes del cierre de la asamblea, extendiera unas cintas de colores que representaban esas raíces llamadas a caminar juntos encomendados a la Virgen María, a la que dedicaron un cántico de despedida.
Precisamente, tras la bendición y acción de gracias, los diocesanos sostuvieron unas cintas que salían de la base del árbol como símbolo del trabajo en grupo y de seguir creciendo en la fe y en la comunión fraterna.
El COF estuvo presente en el descanso
A mitad del acto se celebraba el descanso en los patios del colegio La Salle, momento para tomar un café, momento de reencuentros y también momento para adquirir alguno de los productos elaborados por el Centro de Orientación Familiar que dispuso unas mesas para promocionar su trabajo.