Primera Misa Crismal de don Ernesto: «Pido al Señor que no deje de mandar obreros a su mies»

Primera Misa Crismal de don Ernesto: «Pido al Señor que no deje de mandar obreros a su mies»

A las doce de la mañana de hoy Miércoles Santo, 5 de abril, se ha celebrado en la catedral de Plasencia la Misa Crismal presidida por primera vez por el Obispo . Como es tradición, en este día, del claustro de la catedral salieron en procesión vicarios, Cabildo catedralicio, arciprestes y sacerdotes, seguidos por Monseñor Ciriaco Benavente Mateos y  Monseñor Ernesto Brotóns Tena. Durante la celebración el Obispo bendijo los Óleos, consagró el Crisma y el presbiterio renovó las promesas sacerdotales.

Don Ernesto en su homilía agradeció la presencia de todos los sacerdotes y recordó a los que no pudieron estar. Acentuó la importancia de renovar las promesas sacerdotales durante esta celebración, «es hermoso que en esta mañana hagamos memoria agradecida de su llamada, de nuestro propio itinerario de fe y vocacional cargado de rostros, comunidades, acontecimientos. Renovar la promesas sacerdotales es agradecer y renovar aquel amor primero, siempre nuevo que sostiene nuestra vida y nos empuja hacia adelante».

También pidió por las vocaciones en nuestra diócesis, «pido al Señor, con intercesión de Santa María madre de los sacerdotes, que en este Año Jubilar Mariano, que no deje de mandar obreros a su mies y rezo por nuestros seminaristas. El Papa en la peregrinación diocesana me manifestó personal y expresamente su preocupación por la falta de vocaciones al sacerdocio y nos pidió que nos moviéramos, ‘muévanse por favor’ me dijo».

Significado de la Misa Crismal
Esta misa es la expresión más palpable de la comunión diocesana. En ella se congregan los fieles, alrededor del obispo, este año por primera vez presidida por Monseñor Brotóns Tena junto
con los presbíteros, sus cercanos colaboradores, que renuevan cada año sus compromisos sacerdotales. Su nombre se debe a que en ella también se consagra el crisma y se bendicen los óleos que a
partir de los sacramentos (bautismo, confirmación, orden, unción de enfermos) subrayan el carácter sacerdotal de toda la comunidad cristiana, que participa del único sacerdocio de Cristo, en su
doble dimensión de sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial.

 

Homilía de Monseñor Jesús Brotóns Tena en la Misa Crismal