Monseñor Brotóns preside la Eucaristía por San Juan de la Cruz en el Teologado de Ávila

Monseñor Brotóns preside la Eucaristía por San Juan de la Cruz en el Teologado de Ávila

Este año con dos días de antelación, el 12 de diciembre jueves se celebró en el Teologado de Ávila en Salamanca la tradicional y entrañable fiesta de su patrón San Juan de la Cruz. Acompañaron a la comunidad formativa los obispos de Ávila, D. Jesús Rico, de Ciudad Rodrigo y Salamanca, D. José Luis Retana, y de Plasencia, D. Ernesto Brotons. También participaron en los actos el cardenal D. Ricardo Blázquez (que fue el encargado de impartir la lección académica), además de alguno de los rectores de los seminarios presentes en la comunidad, sacerdotes, profesores y alumnos de la Facultad de Teología.

La fiesta comenzó con la solemne celebración  de la eucaristía, presidida por el obispo de Plasencia. En su homilía, D. Ernesto, partió evocación la ordenación sacerdotal en Salamanca del entonces Fr. Juan de Santo Matía y su primera misa en Medina del Campo donde acudió “para dar consuelo a su madre y agradecer a quienes allí le amaban y estimaban”, invitando así a los seminaristas a reconocer la importancia de sus madres así como de tanta “gente buena” que les ha ayudado y sostiene en su camino vocacional al sacerdocio. La sabiduría de Dios, prosiguió, se revela “a la gente sencilla”, de ahí la necesidad de pedir al Señor por intercesión del santo Doctor la humildad y sencillez de corazón para conocer y amar su misterio. Destacó tres rasgos del santo carmelita, inspirándose en la carta del papa a los nuevos cardenales citando a un poeta argentino: “ojos alzados” (para mirar con la mirada misericordiosa de Jesús), “manos juntas” (para cultivar el “trato de amistad” con el Señor en la oración) y “pies desnudos” (para “tocar” con las propias manos el sufrimiento de nuestra gente y de la humanidad). Concluyó invitando a ver de la “fonte que mana y corre” en el sacramento de la eucaristía para que nos devuelva “la inocencia de niño” que San Juan de la Cruz renovó en su primera misa entregándose totalmente a quien todo se lo dio.

En el acto académico, tras las palabras de saludo del rector del Teologado, D. Gaspar Hernández, en las que evocó la enseñanza de S. Juan sobre la virtud de la esperanza de cara a vivir el próximo jubileo, el cardenal Blázquez tuvo la conferencia dedicada a presentar la figura de Ana de Jesús, recientemente beatificada por el papa Francisco en su viaje apostólico a Bélgica. Señalados los hitos más importantes de su biografía vital y religiosa (desde su nacimiento en Medina a su muerte en Bruselas), el cardenal subrayó después la relación de Ana de Jesús con Sta. Teresa que la llamó “la capitana de las prioras” colaborando con ella en la fundación de nuevos Carmelos en España y después en Francia y Bélgica; así como el trato estrecho de la Madre Ana con Juan de la Cruz: su primer encuentro en Mancera y la estancia de ambos en Granada. D. Ricardo destacó finalmente en su lección algunos aspectos de la nueva beata: sus dotes humanas y fuerte personalidad, su relación con Fr. Luis de León a quien solicitó la primera edición de las obras de Sta. Teresa, su defensa de la genuina reforma carmelitana en Francia así como su influencia posterior en figuras como Sta. Teresa de Lisieux que en uno de sus sueños, en medio de su noche espiritual, experimentó la consolación en un diálogo con la beata. Concluyó el acto el obispo de Ávila, D. Jesús Rico, recordando la celebración de un nuevo año jubilar sanjuanista para 2026 con motivo del tercer centenario de la canonización y del cincuentenario del doctorado de San Juan de la Cruz.

La cena de fraternidad en el comedor del Teologado coronó la fiesta.

*Texto y fotos: Diócesis de Ávila