Monseñor Aguirre pone la mirada en la esperanza en las Jornadas de Reflexión y Animación Misionera de Plasencia

Monseñor Aguirre pone la mirada en la esperanza en las Jornadas de Reflexión y Animación Misionera de Plasencia

Lleva más de cuarenta años como misionero y casi un cuarto de siglo como obispo de Bangassour, una república centroafricana rica, como la mayoría de los países colindantes, en minerales. Por eso, hablamos de un epicentro de violencia despiadada, de ambición, de lucha sin cuartel por el poder, de codicia, de explotación. Y ahí, en mitad de todo, don Juan José Aguirre Muñoz, un misionero comboniano de más de 60 años, lleva años siendo la cara de la esperanza. En estos últimos tiempos ha sufrido tres infartos, le han puesto nueve muelles en las venas y arterias, le han atracado, amenazado, disparado. Todo lo peor que se les ocurra, lo ha vivido directa o indirectamente.

Sin embargo, él reconoce que no sólo es feliz sino que si volviera a nacer, haría lo mismo. La razón es, sin duda, “la gracia de Dios. Sin ella no seríamos absolutamente nada. Poder estar con los más pobres es algo de lo que llevamos en el corazón”, señalaba este sábado en una conferencia dentro de las Jornadas de Reflexión y Animación Misionera que ha organizado los días 29 y 30 de septiembre Misiones Plasencia para toda la Provincia Eclesiástica (cada año se celebran en una diócesis).

Las jornadas han contado con un completo programa que incluyó también la celebración de un Via Crucis Africano, visitas culturales y oración, y que trabajo por diócesis y que terminó con una Eucaristía de Clausura en San Nicolás.

Su conferencia/testimonio, su presencia, fue, sin duda, el acto principal de las jornadas. A través ‘de sus ojos’ y de las fotografías que fue mostrando, trasladó a los participantes la crueldad del ser humano, mymedic.es una realidad que se vive a diario en los países centroafricanos, pero también fue capaz de trasladar la esperanza en un mundo mejor a través de la creación de proyectos e iniciativas que, gracias al trabajo misionero, permiten pensar en un futuro mejor. Como bien señalaba el Delegado Episcopal de Misiones de Plasencia, don Ovidio Delgado, bajo su ministerio ha promovido varias escuelas de educación infantil y primaria, dos institutos de educación secundaria y bachillerato, una escuela técnica, un orfanato, dos hospitales, un centro de atención a enfermos terminales de sida y otros diversos proyectos (entre ellos, como luego comentaría el propio Aguirre, la Casa de la Esperanza, para enfermos con demencias seniles, proyecto de corte y confección para viudas de guerra, la Casa de los Huérfanos, proyectos de soldadura y de construcción para jóvenes que han salido de la guerra,…).

En definitiva, “poner ternura donde ha habido mucha violencia”, señala. Y es que “la vida misionera es preciosa. Merece la pena gastar la vida de esta manera. Miles de misioneros dan su vida por el Evangelio. El ímpetu misionero está creciendo. No os fijéis sólo en la Iglesia europea. Tenemos también miles de laicos y congregaciones que están naciendo y eso hace muy rica la Iglesia Universal”. Precisamente esa universalidad de la Iglesia fue uno de los puntos donde más insistió. También en el elevado número de vocaciones africanas que, a veces, desbordan la capacidad, una realidad que considera que en Europa a veces no vemos. Además, abordó el papel de la mujer en la Iglesia. “Sin las mujeres, la Iglesia se hundiría”, señala.

Y en todo ese caer y levantarse juega un papel fundamental el apoyo de las Obras Misionales Pontificias, de la campaña del Domund, de la Infancia Misionera y de otras iniciativas de la Iglesia.

En la conferencia estuvo presente el Obispo de Plasencia, don Ernesto Brotóns, junto al Emérito de Albacete, don Ciriaco Benavente, a los Vicarios Generales y de Pastoral, don Francisco E. Barrado y don David Calderón, y otros vicarios y sacerdotes diocesanos, además de las principales autoridades locales y del Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias, don José María Calderón, que también presentó el Domund de este año, que se celebrará el próximo domingo, 22 de octubre bajo el lema ‘Corazones Ardientes, pies en camino’. Toca sentir y caminar. Adelante.