Misa con imposición de la ceniza en la Catedral

Misa con imposición de la ceniza en la Catedral

Hoy comienza la Cuaresma con la celebración del conocido como Miércoles de Ceniza. La Catedral ha acogido esta mañana la celebración de la Misa con imposición de la Ceniza presidida por Monseñor Brotóns Tena. En su homilía don Ernesto se sumó a una de las intenciones del Papa para la Cuaresma «detenerse, es una de las palabras clave que el Papa nos propone para esta Cuaresma comprendida como un itinerario de libertad. Detenerse en oración, para acoger la palabra de Dios y detenerse como el samaritano ante el hermano herido».
El prelado también invitó a abrir «nuestro corazón» a Dios. «Os invito a que en esta Cuaresma tiempo favorable, tiempo de salvación, nos reconozcamos sedientos, detengámonos para reconocer bien nuestra sed y abramos nuestro corazón a aquel que sediento de nuestro amor es agua viva». También habló sobre la coincidencia de que hoy se celebra San Valentín, «una llamada a enamorarnos del Señor y del Evangelio. Ojalá esta Cuaresma nos ayude a descubrir la alegría de sabernos amados por Él y amarnos unos a otros».
Tras la homilía David Calderón, Vicario de Pastoral, llevó a cabo la imposición de la ceniza, «en una invitación  a la conversión para abrir de par en par las puertas de nuestro corazón al Evangelio» como dijo don Ernesto en su homilía.
Significado de la imposición de la ceniza

La Iglesia conserva este rito desde el siglo XI como signo de la actitud del corazón penitente, que cada bautizado está llamado a asumir en la Cuaresma. Se impone el Miércoles de la Ceniza durante o después de la celebración de la Misa, al pronunciar la frase: “Conviértete y cree en el Evangelio”.

De acuerdo a las instrucciones del Misal Romano, las cenizas se obtienen típicamente de las palmas del Domingo de Ramos del año anterior. La ceniza simboliza a la vez el pecado y la fragilidad de la persona. Cubrirse de cenizas significa realizar en forma tangible un reconocimiento público, por el cual nos declaramos frágiles, incapaces, pecadores, en busca de la misericordia de Dios.

Las cenizas recuerdan el origen del hombre, «Dios formó al hombre con polvo de la tierra», y también el fin del mismo con la frase «hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho». Este ritual de la imposición de las cenizas nos lleva a recordar que nada somos ante Dios. Las palabras de una de las fórmulas de imposición de la ceniza nos recuerdan lo que somos: “Polvo eres y al polvo volverás”. El objetivo más importante del Miércoles de Ceniza es la conversión seguida del arrepentimiento y la humildad.