Mayo, mes de las Primeras Comuniones

Mayo, mes de las Primeras Comuniones

Mayo está a la vuelta de la esquina, es el mes de las flores, de María y de las celebraciones de las Primeras Comuniones en todas las parroquias de la Diócesis. Padres, madres, sacerdotes y catequistas preparan con ilusión todos los detalles y que ese día sea inolvidable para todos los niños y niñas, y que en muchos casos se despierte la llama de la vocación. A pesar del descenso de la natalidad la diócesis cuenta cada año con un elevado número de niños y niñas que reciben el sacramento de la Eucaristía. Así en el año 2019 se celebraron 1.392 comuniones; en 2020, 1.355; en 2021, 1.537 y en 2022, 1.338, según datos aportados por la Secretaría General de la Diócesis.

El Directorio Diocesano de Iniciación Cristiana hace hincapié en la importancia de la Eucaristía “La Sagrada Eucaristía culmina la iniciación cristiana” (CEC 1322), “así pues, los demás sacramentos y todas las obras eclesiásticas de apostolado se unen estrechamente a la Santísima Eucaristía y a ella se ordenan” (CIC 897); “nunca debemos olvidar que somos bautizados y confirmados en orden a la Eucaristía” (SaC 17). “Por eso no puede realizarse un proceso de Iniciación cristiana de niños, adolescentes y jóvenes, si no tiene en la Eucaristía su fuente y su cima” (IC 106).

La Comunión no es el final
También el Directorio de Iniciación Cristiana incide en que hacer la Comunión no es el final sino que hay que seguir el proceso de iniciación hasta la Confirmación. “La celebración de la Primera Comunión no debe romper la unidad del proceso de la Iniciación cristiana. “La riqueza que lleva consigo la primera participación eucarística puede, sin embargo frustrarse en gran medida, si es considerada como un acto independiente de todo el proceso de la Iniciación cristiana” (IC 105). La acción catequética no puede interrumpirse en el tiempo que medie entre uno y otro sacramento, ni pueden considerarse los tres sacramentos (bautismo, eucaristía y confirmación) de la Iniciación como momentos aislados entre sí. Los tres están unidos por ser necesarios para la plena Iniciación.

Respecto a que los niños y niñas deben seguir unidos a la Iglesia, participar en la misa y en las distintas celebraciones, el Directorio habla sobre la asistencia a misa después de la Primera Comunión. “Para los que han hecho la Primera Comunión, la participación “en la Eucaristía, especialmente la dominical, es parte sustantiva de su proceso de Iniciación cristiana. En la Eucaristía es el mismo Jesucristo resucitado quien le incorpora a su vida y misión, introduciéndolo como piedra viva en la construcción de la Iglesia” (IC 105).

 

Guadalupe Rodríguez, catequista
San Juan Bautista, Madrigalejo

Soy catequista en Madrigalejo desde hace aproximadamente 25 años y empecé dando catequesis a niños de Comunión. La verdad es que ser catequista para mí es algo que me identifica, porque es una pasión y un servicio del que no puedo prescindir. Es una gran responsabilidad porque cada vez con mayor frecuencia, nos damos cuenta que, a través de la catequesis es uno de los pocos medios que los chicos de hoy escuchan hablar de Jesús.

 

Natalia Sosa Nogales
Parroquia Santiago, Don Benito

Me siento muy bien ante la llegada del día de mi primera Comunión porque voy a estar más cerca de Jesús. Muy nerviosa y con muchas ganas de que sea ya. La catequesis me ha parecido muy bien y hemos hecho cosas muy divertidas, como murales y juegos. También la catequista nos ha enseñado muchas cosas sobre Jesús, las oraciones y a realizar un compromiso en casa todas las semanas para ser más buenos, obedientes y parecernos a Jesús.

 

Celia Luego Sánchez
San Andrés, Navalmoral de la Mata

Estoy algo nerviosa pero a la vez contenta e ilusionada porque va a ser un día muy especial y que nunca olvidaré. La catequesis ha sido muy divertida porque he aprendido más de Jesús y me he acercado más a él dibujando con mis compañeros y participando en todas las actividades que organizaban en nuestra parroquia. Gracias a mi catequista Isabel he descubierto que Jesús es nuestro amigo que siempre está con nosotros y nos perdona cuando nos portamos mal.

 

Isabel Jiménez, madre de Clara
Parroquia San José, Plasencia

Al principio mi hija no quería que la apuntara a catequesis, ella no tenía claro para qué servía. Cuando fui a la primera reunión de información me sorprendió que incluyeran pedagogía Montessori y me pareció muy acertada. Estaba claro, el Señor me lo estaba poniendo en bandeja. En la primera catequesis la niña quedó encantada y después de contarme todo me preguntó cuándo tenía que volver. Mi valoración de estos tres cursos es sobresaliente.

 

Marta García, madre de Alejandro
Parroquia Ntra. Sra. Asunción, Jerte

La formación que ha recibido estos tres años ha sido muy precisa y adaptada a la edad que tiene, le ha hecho crecer como cristiano. Ha aprendido lo esencial a la hora de ser un buen cristiano y conocer todo lo que él veía cuando acudía a misa los domingos antes de empezar la catequesis. Me siento muy ilusionada y nerviosa. Le veo tan contento con la llegada de ese día y lo que supone para él, que recuerdo el día de mi Comunión y como me sentía en esos momentos.

 

Belma Martín, catequista
Parroquia El Pilar y San José, Béjar

Este año es el primer año que doy catequesis y haber estado con los niños me ha reforzado mucho en todos los sentidos, porque he podido expresar mi fe y dar a enterder como la siento. Soy profesora pero en la catequesis es un encuentro más personal con Dios en la experiencia humana y moral al educando como creyente. El objetivo es descubrir a Jesuscristo, los niños deben escuchar el evangelio y nosotras debemos acompañarlos en el camino de la maduración de su fe.

 

 

Publicado en la revista diocesana Iglesia en Plasencia, el domingo 30 de abril de 2023, número 585.