Más de cien diocesanos en el Encuentro por la Jornada del Migrante y del Refugiado en Coria

Más de cien diocesanos en el Encuentro por la Jornada del Migrante y del Refugiado en Coria

Más de cien representantes de nuestra Diócesis estarán presentes este domingo en el Encuentro Interdiocesano con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado que, en su edición de este año, se celebrará en Coria (el año pasado fue en Plasencia). Hasta allí se trasladarán 55 que saldrán desde Plasencia, y otros 60 que lo harán desde Don Benito, para participar en una jornada que, además de haberse convertido ya en una cita ineludible del calendario, permite visibilizar una realidad que, en la mayoría de las ocasiones, es muy cruda.

Se trata de una jornada lúdica, de reflexión y convivencia que lleva por lema «Libres de elegir si migrar o quedarse» y que buscará mostrar ese derecho de las personas a poder permanecer en sus lugares de origen con unas condiciones de vida y trabajo dignos, señalan desde la organización.

Misa en El Salvador

Con este motivo, esta tarde, en la parroquia de El Salvador, una de las cuatro que integran la recién creada Unidad Pastoral Plasencia Intramuros, se celebrará una Eucaristía a partir de las 20 horas.

En su carta, don Juan Luis García, Director del Secretariado de Migraciones de nuestra Diócesis señala lo siguiente:

En su mensaje, el Papa Francisco nos recuerda que «los migrantes escapan debido a la pobreza, al miedo, a la desesperación» y señala que algunas de las causas más visibles de la migración son «las persecuciones, las guerras, los fenómenos atmosféricos y la miseria».

Esta jornada nos invita a reconocer en el migrante no sólo un hermano o una hermana en dificultad, sino a Cristo mismo que llama a nuestra puerta, y añade que «mientras trabajamos para que toda migración pueda ser fruto de una decisión libre, estamos llamados a tener el máximo respeto por la dignidad de cada migrante».

Lo importante es que haya siempre una comunidad dispuesta a acoger, proteger, promover e integrar a todos, sin distinción y sin dejar a nadie fuera.

El migrante nos ayuda a releer las categorías teológicas fundamentales. Desde ellos percibimos que este rostro de Dios se dibuja con nuevos tonos.

Cada migración y cada lágrima, nos descubre un nuevo lugar teológico desde donde tenemos la suerte de acercarnos y estremecernos ante la presencia del Dios que sigue haciéndose último.

Les adjuntamos también el mensaje de los Obispos. Pueden descargárselo pinchando en el enlace.

Mensaje de los Obispos