Los tranquilizantes, nueva droga de inicio en los jóvenes

Los tranquilizantes, nueva droga de inicio en los jóvenes

EL PERIÓDICO EXTREMADURA 19-05-2022

El alcohol, los porros y ahora también los tranquilizantes (benzodiacepinas). Son las primeras drogas con las que toman contacto los adolescentes, jóvenes de entre 15 y 16 años con los que la Junta y Proyecto Hombre están trabajando ya en Plasencia y Cáceres gracias a un proyecto pionero en la provincia de prevención y educación para jóvenes en riesgo de adicción o con conductas adictivas y sus familias.

Está inspirado en la intervención con menores infractores en la ciudad de Badajoz y arrancó en abril gracias a una inversión de la Junta de 30.000 euros y a cuatro técnicos de Proyecto Hombre, psicólogos y educadores sociales, ubicados en Plasencia y Cáceres.

En este tiempo, ya han tenido 8 casos de menores, 6 en Plasencia y 2 en Cáceres y la mayoría de género masculino. Además, la coordinadora del programa, María de la Nueva Martín, ha advertido que el perfil de los jóvenes con adicciones está cambiando y si, «hace cinco años procedían de familias desestructuradas», ahora también los hay en familias estructuradas, con buenos resultados académicos, pero que tienen «una segunda vida y los padres no saben qué ha pasado con sus hijos».

Todos pueden acudir a los programas de atención a familias municipales como primer recurso, según ha explicado la directora general de Servicios Sociales, Infancia y Familia, Carmen Núñez.

Serían derivados al nuevo programa, al que también pueden llegar desde la Fiscalía de Menores o para cumplir medidas judiciales en régimen abierto.

Itinerario educativo o de tratamiento

Dependiendo de si son menores en riesgo de adicción o ya consumen, seguirían unos itinerarios, educativo o de tratamiento, que buscan dar información, orientación y «técnicas y herramientas» para salir de la adicción o negarse a ellas dentro de su entorno habitual. Ambas han destacado también la intervención combinada con las familias.

Las sesiones se imparten en los centros de día de Proyecto Hombre de Plasencia y Cáceres, una institución que depende de los obispados de Plasencia y Coria-Cáceres y que según Pedro Díez, ha evolucionado en la atención que presta a personas con conductas adictivas y este programa es una muestra.