La Venerable Ana de Jesús, que forjó su fe en Plasencia, será beatificada el domingo

La Venerable Ana de Jesús, que forjó su fe en Plasencia, será beatificada el domingo

El papa Francisco aprobaba a finales del año pasado el milagro para la beatificación de Ana de Jesús, la discípula de santa Teresa de Jesús, que se llevará a cabo este domingo en la archidiócesis de Malinas-Bruselas. Tras la audiencia con el cardenal prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, Marcello Semeraro, el Pontífice autorizó la promulgación de varios decretos, entre los que se encuentra el milagro atribuido a la intercesión de la venerable sierva de Dios Ana de Lobera y Torres, monja profesa de la Orden de las Carmelitas Descalzas y fundadora de Carmelos Teresianos en Francia y Bélgica.

Nacida en Medina del Campo (España) el 25 de noviembre de 1545 y fallecida en Bruselas (Bélgica) el 4 de marzo de 1621, Jorge Mario Bergoglio ya había aprobado sus virtudes heroicas el 28 de noviembre de 2019. Tal y como recoge la biografía de la Real Academia de la Historia elaborada por Belén Yuste y Sonnia L. Rivas-Caballero, mantuvo una importante vinculación con Plasencia. Nacida como Ana Lobera Torres, la Venerable pasó parte de su vida en Plasencia, donde afianzó su fe y donde tomó decisiones que marcarían su obra. A la capital del Jerte llegó con 15 años para vivir con su abuela paterna. En 1563, recién instaurado el Colegio de la Compañía de Jesús en Plasencia, entró en contacto con su fundador el padre Pedro Rodríguez, que la dirigió espiritualmente. Fue aclarando cada vez más su vocación religiosa. Fue, precisamente, Pedro Rodríguez, quien le dio a conocer la vida y obra de Santa Teresa de Jesús, lo que hizo que se decantara por ingresar en la orden Carmelita en 1970 tras recibir una carta de Teresa de Jesús. Lo hizo en San José de Ávila. De allí se trasladó con Santa Teresa a Salamanca, donde convivieron estrechamente y donde conoció a San Juan de la Cruz. Profesó en 1571 en el Carmelo de Salamanca y hasta su fallecimiento, desarrolló una importante obra y fue responsable de la expansión de la orden con la fundación de Carmelos Teresianos en Francia y Flandes.