22 Feb La Catedral de Plasencia se cierra totalmente al culto por primera vez en su historia
La Catedral de Plasencia añadió ayer a su extensa historia de casi cinco siglos una nueva fecha clave: el 21 de febrero de 2022. Es el día en el que la seo cerró al culto totalmente por primera vez, según afirma el propio Obispado en el último número de su boletín oficial, que explica que «en lo que se sabe, nunca estuvo cerrada al culto totalmente».
El motivo de la clausura es la necesidad de transformar el templo para que sea la sede principal de ‘Las edades del hombre’, la muestra que acogerá la ciudad desde mayo hasta noviembre (aún no se conocen las fechas exactas de inicio y final). «Se calcula que entre el montaje, la exposición como tal y el desmontaje, el cierre al culto se prolongará durante once o doce meses», avanza el Obispado.
La clausura a actos religiosos de cualquier tipo durará «entre once y doce meses», estima la Diócesis
Una de las primeras tareas que se hará una vez cerrada la Catedral a todo tipo de oficios será trasladar a san Nicolás «todo lo necesario para el culto, y también el almacenaje de enseres», precisa el Obispado. Además, anuncia que aprovechará la clausura «para restaurar algunas piezas del propio templo, así como para diseñar actividades que en el futuro puedan mejorar la celebración del culto».
Las mejoras que se harán afectan en concreto a tres piezas. La primera es el órgano, que presenta deficiencias que la Diócesis lleva tiempo intentando subsanar. No será arreglado mientras el templo está cerrado al culto, pero este año sin oficios sí servirá para avanzar en la búsqueda de la mejor opción económica y técnica, con vistas a poder ponerla en práctica tras la reapertura.
Estas mejoras ayudarán a que el principal templo de Plasencia luzca mejorado una vez que recupere su actividad normal, dentro de aproximadamente un año. Como recuerda la propio Diócesis en su último boletín oficial, la Catedral de Plasencia «comenzó a construirse a finales del siglo XV y abrió en el año 1558 con motivo de los funerales en honor del emperador Carlos V, que acababa de morir en el Monasterio de Yuste, adonde había decidido retirarse poco antes».