Inauguración del Año Jubilar por los 150 años de las Hijas de María Madre de la Iglesia

Inauguración del Año Jubilar por los 150 años de las Hijas de María Madre de la Iglesia

El 19 de marzo de 1875 la Beata Madre Matilde Téllez Robles fundó en Béjar (Salamanca) el Instituto de Hijas de María Madre de la Iglesia. Su obra ha ido creciendo a lo largo de estos 150 años, siempre con el único objetivo de atender a los más necesitados y, como dice su lema, “que sea toda la vida un acto de amor”, algo que tanto las religiosas como todos aquellos que de una forma u otra han pasado por alguna de sus obras, han tenido siempre presente. En la actualidad tiene presencia en Europa y América, con centros educativos, sanitario-geriátricos y asistenciales.

Por ese motivo, la Santa Sede le concedía el Año Jubilar, que tenía su inauguración el pasado domingo con la procesión por las calles de la ciudad textil y la posterior Eucaristía en Santa María la Mayor, una Eucaristía presidida por nuestro Obispo, Monseñor Brotóns, y en el que también estuvieron presentes don Ciriaco Benavente, Obispo Emérito de Albacete, don Amadeo Rodríguez, Emérito de Jaén, y don José Luis Retana, Obispo residente de Salamanca y Ciudad Rodrigo. También les acompañaron representantes de las diócesis hermanas de Extremadura, la Secretaria Canciller, doña María Teresa Marcos, el Vicario de Pastoral, don David Calderón, y otros sacerdotes diocesanos y del arciprestazgo. También hubo una amplia representación de las monjas de la congregación, con la Superiora General, Madre María Isabel Herrero Herrero, de los centros y colegios y autoridades militares y civiles, tanto de Extremadura como de Castilla y León.

Monseñor Brotóns destacó que “es un regalo celebrar un aniversario tan especial para celebrar juntos y entrañar aquellos grandes amores que movieron la vida de Madre Matilde y, en cierto modo, motivan y mueven también la nuestra: Jesús Eucaristía; María, Madre de Jesús y de la Iglesia; los niños, los jóvenes; los enfermos, los pobres”.

«Con corazón humilde y agradecido podemos decir que el Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres. Recordemos todos esos rostros y momentos en los cuales Dios ha ido haciendo historia, e historia de salvación, a través de la familia tellista», añadió.