
15 May Iglesia en Plasencia: Vino (sección Editorial)
A continuación les ofrecemos el artículo publicado en la sección Editorial del último número (627) de la revista diocesana Iglesia en Plasencia. Lleva por título ‘Vino’.
Vino
Vino es una bebida alcohólica que se hace del zumo de las uvas exprimido y fermentado naturalmente. Es un elemento esencial en la cultura mediterránea y está muy relacionado con la tradición bíblica como símbolo de alegría, celebración y abundancia. Era utilizado en festividades y ceremonias religiosas como muestra de regocijo y gratitud hacia Dios. El Salmo 104 indica que alegra el corazón, resaltando cómo contribuye a la felicidad y la comunión entre las personas. También representa la bendición de Dios y la abundancia de sus dones.
Incluso Jesús se relaciona con el vino. La escasez de vino es un mal que se remedia con el signo de las bodas de Caná. De alguna manera, el vino es imagen del Reino de Dios, pues en la imagen de la vid y los sarmientos permanecer en Jesús está relacionado con producir fruto abundante y el fruto de la vid se destina principalmente a la obtención del vino. En la última cena Jesús asume el uso del vino como elemento ceremonial y lo identifica con su propia sangre en la que se sella la nueva y eterna alianza.
No hay que identificar el vino con su consumo abusivo. Hay que valorar un uso moderado que potencia la fraternidad y ayuda a cierta inhibición para potenciar lo bueno y olvidar lo malo. Este año jubilar se celebra que Jesús es el vino mejor que es ofrecido al final del banquete. Su presencia alegra el corazón, es el mayor signo de la bendición de Dios y de la ayuda abundantemente al pueblo de la nueva alianza. La presencia del Señor Resucitado resalta el triunfo del bien y la vida verdadera.
Ocasiones no restan para un trago de vino. Siempre hay encuentros entre amigos y acontecimientos en que una copa de vino resalta los motivos de la celebración. Siempre hay motivos para reconocer a Cristo como el que de verdad alegra el corazón. Descubrir su presencia en nuestra realidad y dejar que él potencie la fraternidad. La elección del nuevo sucesor de Pedro, que potencia la identificación con la comunidad de los seguidores de Jesús y ayuda a sentir como es guiada por el Espíritu Santo, es un buen motivo de brindar con una copa de un buen vino.