Iglesia en Plasencia: ‘Palio’ (sección Editorial del número 630)

Iglesia en Plasencia: ‘Palio’ (sección Editorial del número 630)

A continuación les ofrecemos el artículo publicado en la sección Editorial del último número, el 630, de la revista diocesana Iglesia en Plasencia,

Palio

Palio es una especie de dosel colocado sobre cuatro o más varas largas, bajo el cual se lleva procesionalmente el Santísimo Sacramento, o una imagen. También es un ornamento del papa y de los metropolitanos de lana blanca y con forma de una faja circular que carga sobre los hombros con cruces de seda y tres clavos. Es emblema de su dignidad y oficio pastoral, simbolizando la oveja que va sobre los hombros del Buen Pastor.

Ambas acepciones combinan la dignidad y el servicio. La decencia del que es llevado o cobijado y el ministerio de quien porta sobre los hombros o asiendo con firmeza los varales. La sacramentalidad eucarística y del sacerdocio es una combinación de humildad y dignidad. Su presencia en la Eucaristía y la función del Buen Pastor trascienden la realidad que se contempla por los sentidos para dar a entender el servicio de caridad que realizó Jesucristo. La entrega en obediencia al Padre y la revelación de la misericordia divina son un misterio de amor divulgado por el Hijo de Dios que se prolonga en la Iglesia.

La comunidad de los seguidores de Jesús hace presente la enseñanza del Maestro. Intenta vivir el ideal evangélico mediante una combinación de la dignidad ofrecida y la forma de concretarla en el servicio desempeñado. Lo cual es la esencia de la misión de Jesús de mostrar la esencia divina que es misericordia. Eucaristía y sacerdocio son sacramentos de Amor, del que es fuente para la vida del discípulo y del que prolonga el amor entregado al prolongar las manos que acarician y los labios que consuelan.

Igual que en el Maestro la dignidad y la entrega se unen en su ministerio. El doble significado de palio prolonga la veneración debida a la eucaristía y el amor que debe guiar el servicio del que ejerce la función de pastor para bien de la comunidad.

Otorgar a lo exterior un valor en sí mismo separándolo de la representación profunda estropea la realidad simbólica de la liturgia. En vez de acercar al misterio, otorga un valor teatral que distrae de la enseñanza que se debe dar a conocer. Sólo desde una profunda comprensión de la realidad de amor que representa y actualiza se valora el uso del palio.