31 Ene Evangelizando desde Belvís de Monroy al Nuevo Mundo
Con una Eucaristía presidida por nuestro Vicario General, don Francisco E. Barrado Broncano, en el convento de San Francisco del Berrocal, comenzaban el pasado 25 de enero los actos conmemorativos del V Centenario de la llegada de los doce franciscanos que evangelizarían el Nuevo Mundo partiendo desde la localidad diocesana de Belvís de Monroy. A continuación les ofrecemos el reportaje que, con este motivo, se publicaba el domingo en la revista diocesana Iglesia en Plasencia.
Se celebra el V Centenario de la llegada de doce Franciscanos procedentes del Convento de Belvís de Monroy al Nuevo Mundo, que consiguieron la Evangelización de América
En 1509 se inaugura el Convento de los Franciscanos de Belvís de Monroy, San Francisco del Berrocal, apenas tres lustros después del Descubrimiento de América. En ese momento nadie podía imaginar que quince años después, doce frailes iniciarían desde allí el camino para Evangelizar al Nuevo Mundo. El apoyo del Señor de Belvís, Francisco de Monroy que cedió la tierra y, casi con seguridad, financió la construcción del Convento de San Francisco del Berrocal, fue la clave y el enclave.
El edificio es, en la actualidad, propiedad de la Junta de Extremadura y está declarado Bien de Interés Turístico, aunque necesita una rehabilitación de algunas zonas. Precisamente el pasado jueves se celebraba, a las 17 horas, en el mismo lugar, una Santa Misa presidida por nuestro Vicario General, don Francisco E. Barrado Broncano, que celebraba el V Centenario de una efeméride tan importante para la Iglesia Católica pues en la actualidad, América es uno de los grandes motores de la Cristiandad. No será el único acto que se celebre en Belvís de Monroy con la participación de Casas de Belvís, pues el 2 de marzo, a las 10 horas, arrancará la celebración del Misionero Extremeño (Interdiocesano) y el 18 de mayo se procederá a la Bajada de la Virgen del Berrocal, Santa Misa y Vigilia de Pentecostés, con una representa-
ción teatral que recordará el envío de los ‘doce apóstoles de Belvís’. Sin lugar a dudas, unos actos que se convierten en una verdadera
invitación a disfrutar del centenario. Doce apóstoles que, en principio, iban a ser trece, pero, a última hora, uno de ellos no embarcó, y que llegaron al recién fundado Virreinato de Nueva España en mayo de 1524 con el objetivo de convertir al cristianismo a la población indígena. Lo hicieron siguiendo la estela de Hernán Cortés y su profunda religiosidad, que entendió que, tras la conquista militar era necesaria una conquista espiritual a través del Evangelio. En Roma había dos frailes franciscanos que afrontaron la aventura. Al frente de la misión estaba
Fray Martín de Valencia, superior de la provincia franciscana de San Gabriel, que recibió el encargo de Francisco de los Ángeles Quiñónes, superior de la Orden Franciscana de preparar la expedición, y uno de los grandes valedores para que el Papa Adriano VI y el Rey Carlos I respaldaran la aventura.
Cuando llegaron allí supieron ganarse la confianza de los indígenas aprendiendo su idioma y cultura para enseñarles el Evangelio en su propia lengua, convirtiéndose en los fundadores de la Iglesia Católica en América.
Los doce apóstoles de Belvís son:
- Martín de Valencia
- Francisco de Soto
- Martín de La Coruña
- Juan Suárez
- Antonio de Ciudad Rodrigo
- Toribio de Benavente
- García de Cisneros
- Luis de Fuensalida
- Juan de Ribas
- Francisco Jiménez
- Andrés de Córdoba
- Juan de Palos.
Su recuerdo se mantiene con un azulejo situado en la Ermita de Nuestra Señora del Berrocal, copia de un dibujo original que hay en un convento de México. Además, se instalaron monolitos de grandes esculturas representando a los frailes y por encima del mosaico citado anteriormente se erige la representación de un fraile, mirando en dirección al pantano y que fue regalado por una institución religiosa de México.