
11 Jul El Vaticano ofrece «pistas» a las diócesis sobre cómo implementar el Sínodo
El pasado lunes, la Secretaría General del Sínodo publicaba un documento sobre cómo afrontar la fase de implementación del Sínodo. Nos hacemos eco del artículo publicado en Alfa y Omega al respecto.
Tras un período de espera por el cambio de pontificado, en las dos últimas semanas se ha retomado con un nuevo impulso la fase de implementación del Sínodo. Un primer momento fue la participación del Papa León XIV en una reunión del Consejo Ordinario de la Secretaría General del Sínodo, el 26 de junio.
Ese día, quien es su presidente «aprobó todo el trabajo realizado hasta ahora, así como el calendario previsto», asegura a Alfa y Omega su subsecretario, Luis Marín de San Martín. Esta ratificación incluye «la celebración de una asamblea eclesial en el Vaticano en octubre de 2028», que había decidido Francisco. Por otro lado, este lunes la Secretaría General del Sínodo ha publicado unas Pistas para la fase de implementación del Sínodo.
Un aspecto en el que, como se refleja en el texto, León XIV ha añadido su impronta ha sido la ampliación de los grupos de estudio para profundizar en temas surgidos durante el proceso sinodal. Así, a los diez ya existentes —sobre la escucha a los pobres, los ministerios, la selección y función de los obispos o el discernimiento en cuestiones controvertidas, entre otros— el Santo Padre, a propuesta de la Secretaría General del Sinodo, ha añadido dos. Estarán dedicados a «la liturgia en perspectiva sinodal» y al «estatuto de las conferencias episcopales, las asambleas eclesiales y los consejos particulares».
En la reunión del día 26, continúa Marín, «nos agradeció el trabajo realizado e insistió en la comunión, en el caminar y hacerlo juntos; y también en la evangelización». Asimismo pidió «utilizar las estructuras de participación» para cumplir este objetivo. Por último, «nos ánimo a escuchar a los jóvenes y a procurar implicarlos»; aunque «muchos ya participan activamente, ofreciendo un hermoso testimonio».
Escuchar a quien no se ha implicado
El subsecretario del Sínodo explica que la fase de implementación del mismo «debe desarrollarse fundamentalmente en cada diócesis». Tiene como objetivo «experimentar prácticas y estructuras renovadas que hagan que la vida de la Iglesia sea más sinodal».
El nuevo texto, de unas 24 páginas en cuatro capítulos, quiere contribuir a ello «clarificando algunas cuestiones planteadas» sobre «cómo poner en práctica el documento final, que es denso y de gran riqueza». Desde las Iglesias locales preguntaban «por dónde empezar y si había que esperar alguna indicación».
Calendario de la tercera fase
- Junio de 2025-diciembre de 2026: itinerarios de implementación en las Iglesias locales.
- Primer semestre de 2027: asambleas de evaluación en las diócesis y eparquías.
- Segundo semestre de 2027: asambleas de evaluación en las conferencias episcopales y estructuras similares.
- Primer trimestre de 2028: asambleas continentales de evaluación.
- Octubre de 228: asamblea eclesial en el Vaticano.
La respuesta que llega del Vaticano no son «recetas», sino algunas «líneas de trabajo». No puede ser un recetario porque «no podemos ni debemos hacer el trabajo de las diócesis». Además, «la Iglesia es muy variada» y en cada contexto «puede haber desarrollos diferentes». Por último, «se trata de seguir escuchando la voz del Espíritu».
En este sentido, Marín de San Martín subraya la necesidad de tratar el documento final del Sínodo «como un todo» y «en un clima de oración. No debemos olvidar que, para esta tarea de discernimiento, resulta imprescindible la conversión». Otra clave es que «todo debe estar orientado siempre hacia la misión, hacia la evangelización, que es el objetivo final del proceso».
Se señala asimismo la importancia tanto de los órganos de participación —como los consejos diocesanos o parroquiales— como de los equipos sinodales, «que no se solapan». Unos y otros tienen funciones distintas y todos «deben ayudar al obispo en esta fase». Un último aspecto fundamental es la llamada a «seguir ampliando la escucha a todos», también «a quienes no se han implicado o se han quedado al margen». Sin que signifique «una repetición de la primera fase».
*Fuente: Alfa y Omega