24 Mar El Servicio Diocesano de Ayuda a la Vida de Plasencia, más solidario que nunca frente al COVID-19
En estos días en los que a causa del COVID-19 el gobierno nos pone en Estado de Alarma, y no podemos salir más que a comprar lo necesario, tras los primeros minutos lo que se nos vino a la cabeza fue: ¿Y las familias que ni siquiera tienen para ir a comprar? ¿Qué hacemos con todos los bebés que están esperando a que les cambien el pañal y a que sus padres les alimenten?.
Hicimos todas las gestiones necesarias y hoy por fin hemos descansado mejor, porque todas las familias atendidas desde el Servicio de Ayuda a la Vida tienen todo lo necesario para el mes, ya en sus casas, y sin ninguna incidencia. Vinieron de uno en uno, tras avisarles encarecidamente de las precauciones, con un intervalo de 20 minutos para que no se juntaran dos personas, y nosotros con todas las medidas de seguridad e higiene que nos han recomendado. No ha sido difícil, solo hemos necesitado algo más de tiempo y voluntad.
A día de hoy se benefician del programa 21 bebés, la mayoría de Plasencia, pero también de Hervás y Serrejón, 3 embarazadas que darán a luz en breve y estamos esperando documentación de 5 bebés nuevos a los que atenderemos próximamente.
Mascarillas hechas por las voluntarias
Este mes nuestras queridas voluntarias han tenido que quedarse en casa, no han podido llevarlo a cada uno de los hogares, pero no están ociosas. Siempre con el afán de ayudar, hemos organizado unos grupos para fabricar, con buen material, las tan necesarias mascarillas y batas desechables. Ya hemos hecho bastantes para la Residencia de Alzheimer, para algunos dependientes de farmacia, para administrativos del Hospital que están de cara al público, y repartidores que lo necesitaban (unas 200 mascarillas y pantallas de protección), y estamos esperando más material para más de 1.000 mascarillas y las batas que podamos.
La solidaridad es muy grande en Plasencia: Retales Luis nos ha proporcionado material y gomas, un electricista el alambre de las mascarillas, Ortopedia Calvarro y una enfermera algunos paños quirúrgicos, y otras familias que no saben coser, han pagado el resto del material.
Gracias Plasencia, gracias. Que la Sagrada Familia se apiade de todos nosotros.