31 Oct El relicario de los Santos de la Catedral, abierto hasta el día 3
Con motivo de la solemnidad de Todos los Santos, hoy ha tenido lugar la solemne apertura del relicario de la Catedral para la veneración de los fieles.
Al finalizar la misa los canónigos de la seo, Fermando Valverde y Juan Manuel Ramos, acompañados por los fieles, han ido en procesión desde el altar Mayor, por la nave central, hasta la capilla de las reliquias o de San Agustín, que se encuentra a la entrada del templo.
Después se procedió a la apertura de las celdillas del expositor que contiene las reliquias, la incensiación y una oración ante el relicario. La exposición ha comenzado hoy y terminará el domingo 3 de noviembre, tras la Misa de las doce.
La Catedral Nueva muestra únicamente durante estos días, las reliquias de santos, que a lo largo de los siglos ha custodiado en su interior el Retablo de San Agustín y este año, como novedad, también se expone la reliquia de Madre Matilde Téllez.
Históricamente, este retablo se abría siempre el Día de todos los Santos, para que los fieles de la ciudad pudieran acudir a venerar los vestigios sagrados. Esta tradición fue retomada en 2017 por el Cabildo Catedralicio, recuperando así este rito.
Retablo de las reliquias o de San Agustín
El retablo barroco de las Reliquias fue erigido por el obispo agustino Fray Placido Bayle y Padilla que lo encargó, en el año 1746, al entallador placentino Carlos Simón, culminando la obra en 1748. La estructura se compone de dos cuerpos, tres calles y ático. El centro del cuerpo inferior está presidido por un expositor dividido en celdillas donde se guardan reliquias de santos y mártires. Las reliquias aparecen flanqueadas por las imágenes de los santos agustinos Santo Tomás de Villanueva a la izquierda y a la derecha San Fulgencio Agustino, Obispo de Ruspe. En el segundo cuerpo se puede ver en el centro a San Agustín pisando las cuatro herejías, acompañado a la izquierda por San Nicolás de Tolentino y a la derecha por San Juan de Sahagún. El retablo aparece rematado por el escudo del obispo de Plasencia que costeó su obra, el agustino Fray Plácido Bayle y Padilla.