Editorial de Iglesia en Plasencia, ‘Viaje’

Editorial de Iglesia en Plasencia, ‘Viaje’

Viaje es un traslado que se hace de una parte a otra. Es signo de cambio pues todo traslado supone inestabilidad. En los evangelios, Jesús aparece continuamente en movimiento y, concretamente en el de Lucas, el viaje es una categoría teológica; un elemento que expresa el ser y el actuar de Dios, que es alguien activo y que predispone a estar en salida. Desde que el primer creyente se puso en camino para salir de su tierra obedeciendo el mandato divino, el peregrinar o viajar por motivo religioso es una constante.

Ir de un sitio para otro es signo de la búsqueda de algo mejor. Jesús invita a sus discípulos a cierta itinerancia para responder a su llamada y para ser testigos de su mensaje. Es lo contrario de quedarse anclado en unas ideas o unas disposiciones por comodidad. El discípulo ha de aprender y estar siempre dispuesto a buscar aquello que da a su vida un sentido más pleno.

Ante la disyuntiva de quedarse quieto o buscar algo mejor, el signo del viaje en la Biblia nos habla de esa búsqueda de lo divino. Salir en busca de la tierra prometida, recorrer el camino del desierto para llegar a la tierra que mana leche y miel, salir de la esclavitud, estar dispuesto a no tomar alforja para el camino confiados en la riqueza de la verdad que se transmite y con la intención de ser testigo convincente del Evangelio.

Junto a la imagen de discípulo está la imagen de peregrino. Que conlleva un proceso de conversión, de examinar la propia vida para descubrir si se está en lo oportuno. La raíz bíblica de conversión está en el viaje por el desierto. Quien se pierde, está abocado a la muerte, para volver a tener seguridad de vida hay que volver por el camino realizado hasta encontrar la última señal que indicaba que se está en el itinerario correcto.

Estar en viaje, vivir una peregrinación, es signo de estar abierto a revisar la vida para adecuarla al mensaje del Evangelio. En este año jubilar se nos invita a dejar atrás ciertas seguridades para abrirnos a acoger en nuestra vida la parte mejor que surge del encuentro personal con Jesucristo escuchando su enseñanza y poniéndola en práctica.