Editorial de Iglesia en Plasencia: ‘Carne’

Editorial de Iglesia en Plasencia: ‘Carne’

Carne tiene relaci贸n con la realidad concreta en especial con la corporeidad. Encarnarse es tomar realidad. El misterio de la Encarnaci贸n es que Dios toma corporeidad y se hace carne. El que es infinito toma las dimensiones de un cuerpo humano. Quien cre贸 la humanidad de la nada, el que con su soplo fue capaz de ofrecer vida, por este misterio el creador toma dimensiones de criatura, se hace hombre y acoge esta realidad.

Al compartir su existencia, la divinidad otorga sus categor铆as a la humanidad. De tal forma que la humanidad que est谩 sujeta al tiempo y las dimensiones materiales se abre a una realidad que la sobrepasa y que la enriquece con la eternidad. Y recibe una invitaci贸n a adherirse a lo que est谩 m谩s all谩, abri茅ndole a una dimensi贸n espiritual.

Reconocer la Encarnaci贸n como una sobredimensi贸n de la corporeidad humana incita a apreciar que Dios est茅 al tanto de la propia realidad y estimula a vivir en plenitud el beneficio recibido. Un Dios que se ha hecho carne conoce los anhelos m谩s profundos y las urgencias m谩s inmediatas, comprende al ser humano y es capaz de actuar con compasi贸n y llevar al extremo la misericordia divina. A la vez que exhorta a desarrollar la capacidad espiritual y a vivir en esperanza en la certeza de la eternidad.

No le es extra帽o al que naci贸 en Bel茅n y vivi贸 la mayor parte de su vida en Nazaret, ser solidario con el que sufre porque su realidad corporal y le impide actual con m谩s vigor, con el que arrastrado por la urgencia de necesidades corporales olvida el ideal de eternidad y se embarra en lo inmediato. El jubileo de la Encarnaci贸n es una celebraci贸n de la misericordia de un Dios que es compasivo porque ha compartido nuestra realidad corporal.

Es tambi茅n una invitaci贸n a la esperanza. A sobredimensionar la corporeidad con la certeza de la participaci贸n en la divinidad. Una llamada a la eternidad, desde la convicci贸n de que lo que llena la capacidad del ser humano es la realidad eterna que Jes煤s ofrece como Buena Noticia. El ser humano ha sido capacitado a vivir en esperanza, a vivir plenamente lo que Dios le ha regalado al compartir su carne.