08 Ene Don José Luis Retana toma posesión de su cargo como Obispo de Ciudad Rodrigo
La Santa Iglesia Catedral de Santa María de Ciudad Rodrigo acogía esta mañana la toma de posesión de Don José Luis Retana como nuevo Obispo de la Diócesis Civitatense (este domingo asumirá el gobierno de la de Salamanca), a la que llega tras cuatro años y medio como Obispo de la Diócesis de Plasencia. El nuncio de Su Santidad en España, Don Bernardito Auza, presidió la celebración, a la que asistieron algunas de las más altas autoridades eclesiásticas y también de la sociedad y la política mirobrigense. También acudió en su condición de Obispo Emérito de Albacete, Don Ciriaco Benavente, nombrado hoy nuevo Administrador Apostólico de la Diócesis de Plasencia durante el periodo de Sede Vacante. También acudió una importante representación de la curia placentina, encabezada por el Vicario General, Don Jacinto Núñez. El Administrador Apostólico de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, D. Jesús García Burillo, acompañó al ya nuevo Obispo civitatense.
Tras entrar en la seo procedente del Palacio Episcopal y conocer a las autoridades civiles, era presentado al Cabildo y al Colegio de Consultores antes de elevar oración en la capilla del Santísimo Sacramento.
Con las cámaras de Trece TV como testigo, Don José Luis Retana quiso recuperar durante su homilía una lectura que eligió el día de su ordenación sacerdotal: “Llevamos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no depende de nosotros”, señaló.
“A veces no adoramos porque no queremos o no podemos aceptar la realidad tal cual es; porque nos da miedo lo concreto, tocar esa carne de Jesús, herida en los pobres, no tenemos esperanza pastoral bajo la excusa de nuestra pobreza. Unos tendrán cofres como los magos y otros zurrones como los pastores, pero incluso sin esos regalos de nuestros dones personales o frutos de nuestro trabajo pastoral siempre tenemos algo que ofrecer, lo más importante: ofrecernos a nosotros mismos, ofrecer la pobreza de nuestras “manos vacías” (Sta. Teresa de Lisieux). Nadie es tan pobre que no pueda ser generoso (cf. 2 Co 8-9), porque no se trata de dar cosas sino de “darse”. Ese el verdadero sacrificio agradable a Dios. No hay esperanza pastoral sin esta adoración que lleva al sacrificio de nosotros mismos, a la ofrenda de nuestra pobreza y humildad para que El Señor haga en nosotros, haga a través de nosotros y a través de nosotros multiplique su gracia. Pero nuestra humildad y pobreza es la condición necesaria para vivir lo que somos, “sacramento de la esperanza de Cristo Pastor”. La sacramentalidad de un sacerdote y de un Obispo implica hacerse “nada” para que el Señor lo sea “todo”, “menguarnos” – como el Bautista – para que Él “crezca” (cf. Jn 3,30).
Con esta actitud y desde esta actitud de realismo y personal debilidad vengo a Ciudad Rodrigo a dejar que el Señor realice su obra en mí y así poder trabajar generosamente y a entregar la vida, mi nada para que Él lo sea todo. “En esa nada que compartimos con Jesús consiste la grandeza y debilidad del ministerio apostólico” (J. Ratzinger).
Con esas palabras, D. José Luis Retana anunció su “actitud” como nuevo Obispo de Ciudad Rodrigo, a la vez que aludió al hecho de compatibilizar con su condición de Obispo de Salamanca, de cuyo cargo tomará posesión este domingo.
“No pocas personas me han hecho estas semanas unas preguntas, que estarán, quizá, también en el ánimo de tantos de vosotros, sobre la novedad e incertidumbre que supone que yo sea al mismo tiempo Obispo de Ciudad Rodrigo y Obispo de Salamanca. Como he tenido ocasión de aclarar a quienes me lo han preguntado, esta novedad lo es para todos: para vosotros y para mí, y como sucede ante cualquier novedad que no tiene detrás ninguna consigna o estrategia, todos deberemos aprender a vivirla con sencillez”, dijo.
*En el siguiente enlace pueden consultar el dossier completo de la ceremonia y más fotografías.
*Fotografías: Diócesis de Ciudad Rodrigo.