Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor

Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor

Cerramos la celebración de la Semana Santa desde el punto de vista litúrgico con la aportación de don Miguel Ángel Ventanas, secretario diocesano de Liturgia y Animación Espiritual, con el Domingo de Pascua de Resurrección del Señor.

El tercer día del Sagrado Triduo es la fiesta de las fiestas, la fiesta cristiana por antonomasia que comienza con la Solemne Vigilia en la Noche Santa, y se prolonga durante el día, la octava y la cincuentena pascual como si de un solo gran domingo se tratase.

La Vigilia Pascual es la “Madre de todas las vigilias” en palabras de San Agustín y es el origen y raíz de todo el Año Litúrgico de la Iglesia. Por su carácter vigiliar debe celebrarse toda ella, durante las horas de la noche, es noche de vela con el Señor. El Cirio Pascual representa a Cristo resucitado que ilumina con su presencia a la asamblea. Todo será signo de Cristo resucitado en esta noche santa: El templo, su morada; el tiempo, espacio histórico donde él se hace presente; el altar, el sepulcro nuevo; el ambón, el jardín de la resurrección donde se anuncia la buena noticia de la pascua y Cristo sigue explicando las Escrituras.

  • El Lucernario con el fuego y la luz expresa el paso de las tinieblas a la luz, la alegría del universo. La procesión con el cirio el camino del pueblo elegido guiado por la columna de nube; el ingreso en la iglesia y el canto del Pregón Pascual, el camino de la Iglesia guiada por Cristo.
  • La liturgia de la Palabra proclamada a la luz del Cirio nos hace revivir la pascua histórica, la historia de la salvación a la luz de la Pascua de Cristo, verdadero designio del amor del Padre para la humanidad. Su momento culminante es la proclamación del Evangelio de la Resurrección, la noticia más grande la historia.
  • La liturgia Bautismal es la pascua de la Iglesia fecunda al engendrar nuevos hijos a través de los sacramentos pascuales. Es también el momento de renovar nuestra adhesión a Jesucristo actualizando las promesas de nuestro propio bautismo.
  • La liturgia Eucarística es el encuentro culminante y sacramental con la vida nueva del Resucitado.

Con esta solemne celebración comienza el verdadero día nuevo  de la nueva creación que Cristo ha inaugurado con su resurrección y que canta el salmo pascual por excelencia “Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya, aleluya” (Salmo 117).

A las 12 horas del Domingo, en la Iglesia de San Nicolás, don Ciriaco Benavente, Obispo AA, presidirá la Eucaristía.