Día del Seminario, ‘Sembradores de esperanza’

Día del Seminario, ‘Sembradores de esperanza’

La Iglesia conmemora hoy 19 de marzo, solemnidad de San José, el Día del Seminario. La celebración fue el domingo más próximo, el 16 de marzo. En relación con el Jubileo, el lema de este año es Sembradores de esperanza.

José Albarrán del Sol, nació en Monroy, cursa Segundo de Bachillerato en Teología y está en la Etapa Discipular. Pablo García Sánchez, nació en Plasencia y estudia Propedéutico. Son los seminaristas de la Diócesis, cuentan su experiencia y cómo viven el Día del Seminario.

-El lema de este año es “Sembradores de esperanza”. ¿Cómo crees que los sacerdotes son fuente de esperanza en la sociedad actual?
-J.A. (José Albarrán) Diciendo a los que se sienten solos, que Dios no se cansa, que siempre permanece con ellos. A los que viven sin amor, que Dios los ama incondicionalmente.
-P.G. (Pablo García) Cuando hacen del mundo un lugar de Dios, es decir, una sociedad donde todos son escuchados, respetados y sobre todo una sociedad querida por Dios.

-¿Cómo fue tu proceso de discernimiento vocacional y qué te llevó a decidir ser seminarista?
-J.A. Quería estudiar algo que tuviera que ver con cuidar a los enfermos. Me di cuenta de que llenaba mi corazón observando a los sacerdotes que conocía, atender a los que necesitan ayuda, escuchar a los que necesitan ser escuchados, llevar paz a los atormentados, alegría a los tristes y esperanza a los que viven sin un sentido sus vidas. Comencé un proceso de acompañamiento y en ese camino sigo, cada día más convencido, de qué Dios hace grandes cosas a través de personas pequeñas.
– P.G. Lo que realmente me llevó a sentirme seminarista fue el Seminario Menor en Familia, me hizo afianzar mi vocación, hasta que después de un año y medio, ya entré en el mayor dando un paso de gran confianza de la mano De Dios, pero en el fondo con miedo a mi nueva vida. Ahora puedo decir que sentirme seminarista me está haciendo ver que puedo ser un siervo de Dios para el mundo.

-En un mundo cada vez más secularizado, ¿cómo crees que se puede fomentar la vocación sacerdotal entre los jóvenes?
-J.A. Hay que mostrar lo completa que es la vida del sacerdote y mostrar la acción de Dios en cada paso que da. La belleza que hay en ver el crecimiento espiritual y humano de las personas que te encuentras, cómo su crecimiento también te hace crecer a ti, las pequeñas semillas que van creciendo en medio de una sociedad que tiende a relegar la fe al desierto.
-P.G. Haciéndoles ver que la vocación sacerdotal es un don De Dios un don del cual no tienen que tener miedo, ya que a mi parecer el sentir la vocación al sacerdocio es un regalo que sólo los valientes son capaces de sentir. Así que invito a ser valientes a dejar tus miedos a Dios y tirar para adelante.

-El Día del Seminario busca concienciar sobre la importancia de la vocación sacerdotal. ¿Qué mensaje darías a quienes sienten una posible llamada al sacerdocio?
-J.A. Si uno siente que Dios le llama, si se plantea la pregunta y aún duda, mi consejo es que prueben, que le den la oportunidad a un acompañamiento en esta dirección. Si en verdad Dios lo llama a ser sacerdote, habrá ganado descubrir el sentido de su vida, habrá descubierto que está llamado a una vida entregada a los demás, plena y llena de belleza.
– P.G. Mi mensaje sería, que den el paso aunque sientan miedo ya que te cambia la vida, eres feliz. Todos los problemas y miedos se superan con el amor de Dios.

-¿Qué papel juegan los laicos en el acompañamiento de los seminaristas y en el fomento de nuevas vocaciones?
-J.A Un papel fundamental, nosotros nos formamos porque nos necesitáis, pero también porque nosotros os necesitamos. Nos mostráis constantemente como es la vida de cada día, fuera del ritmo de un seminario o de una facultad de Teología, nos ayudáis a aterrizar en el ambiente actual en el que vivimos, aquello que aprendemos de forma teórica. Nos mostráis en tiempos de dudas, que nuestro camino sigue teniendo sentido, trabajando juntos somos más fuertes, somos más Iglesia. Vuestra opinión es importante, vuestro acompañamiento y cercanía con nosotros nos ayuda y enseña a mejorar el servicio pastoral que prestamos en nuestra Diócesis.
-P.G. En mi opinión juegan un papel muy importante. Los laicos refuerzan nuestra vocación porque vemos que podemos contribuir a que sus vidas mejoren teniendo como base el amor Dios. Y en cuanto al fomento de nuevas vocaciones, los laicos son los que nos abren las puertas de la Iglesia con el sacramento del bautismo y nos ponen como ejemplo a seguir, a nuestros párrocos que están en lo bueno y en lo malo.

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