La Delegación Episcopal de Pastoral Infantil, Juvenil y Vocacional es el organismo diocesano encargado de apoyar, animar y coordinar las iniciativas que se realizan en el ámbito de la Pastoral infantil y juvenil en la Diócesis de Plasencia, así como promover y acompañar el discernimiento vocacional. Se compone de:
– EQUIPO PERMANENTE –
Compuesto por 8 personas, que junto con el Delegado, se reúnen mensualmente para llevar a cabo los proyectos, actividades y cuanto sea necesario en el ámbito de la pastoral de niños y jóvenes de toda la Diócesis. Este equipo estará compuesto siempre por:
– EQUIPO DE COLABORADORES –
Se trata de un grupo de personas que colaboran de modo estable ayudando a realizar las tareas que el Equipo de trabajo programa y elabora.
– CONSEJO DE JUVENTUD –
En el están representados todos los grupos de niños y jóvenes presentes en la diócesis. Se reunirán una vez al trimestre. Su función es potenciar y participar en las actividades diocesanas. Es importante que cada representante lleve a las reuniones todo aquello que su grupo realice o quiera llevar a cabo y que después informe a sus grupos de las cosas tratadas en estas reuniones.
– PASTORAL INFANTIL · DE LA MANO DE MARÍA –
María y el azul. María es modelo de escucha de la Palabra de Dios. Desde niña fue consagrada a Dios, como recoge el texto apócrifo del Protoevangelio de Santiago, representado en un detallado relieve del entablamento del segundo cuerpo del retablo de la catedral de Plasencia. Bajo este gesto de acompañamiento en la fe, de presentación de los más pequeños a la Madre, se presenta la Pastoral Infantil. Por ello su letra está representada por la Virgen en actitud orante y escuchante. Recuerda la postura a la imagen de la pintura Virgen Niña rezando (1658-1660) del pintor extremeño Francisco de Zurbarán. En el desarrollo espiritual de los niños y niñas se proponen acciones y experiencias que configuren su dimensión espiritual y religiosa. Muchas de ellas no las comprenderán en el momento, pero como María, irán “guardando todo en su corazón” (cfr.Lc.2, 19).
María es receptora del primer anuncio para llevar después este mensaje de Salvación hecho Verbo y acción a los hombres.
El azul que representa a María responde a la iconografía clásica y la asignación en cuadros y ropajes litúrgicos relacionados con la Madre del Salvador. En la psicología del color, el azul representa el espacio y el infinito. También la tranquilidad y el afecto; y en una dimensión más profunda, la pureza.
– PASTORAL JUVENIL · IDENTIDAD: LOS JÓVENES Y CRISTO –
El reto de la Pastoral Juvenil en este ambiente secularizado del s.XXI, donde prima el individualismo y el desarrollo personal, es ofrecer una respuesta a los interrogantes existenciales de los jóvenes donde el tema nuclear es el encuentro con el otro desde Cristo que nos unifica en su misión y entrega. Esta no puede quedar circunscrita en nuestro discurso solo en el s.I d.C, sino que se encarna en el hoy de los jóvenes. Cristo tiene una respuesta para las situaciones que están pasando.
“En algunos jóvenes reconocemos un deseo de Dios, aunque no tenga todos los contornos del Dios revelado. En otros podremos vislumbrar un sueño de fraternidad, que no es poco. En muchos habrá un deseo real de desarrollar las capacidades que hay en ellos para aportarle algo al mundo. En algunos vemos una sensibilidad artística especial, o una búsqueda de armonía con la naturaleza. En otros habrá quizás una gran necesidad de comunicación. En muchos de ellos encontraremos un profundo deseo de una vida diferente. Se trata de verdaderos puntos de partida, fibras interiores que esperan con apertura una palabra de estímulo, de luz y de aliento”. (C.V, 84)4
Los agentes de Pastoral asumen la responsabilidad de guiar a los jóvenes en su proceso de fe a lo sustancial del Evangelio, a la cruz que es símbolo de autenticidad y entrega; de compromiso y perdón; de coherencia y valentía; de misericordia infinita y de Amor de un Dios Trinidad volcado por completo en sus criaturas desde su Hijo Jesús. La cruz resume las luchas y búsquedas personales de los jóvenes, por eso la J de juvenil forma parte de este travesaño de la cruz donde se resalta una mano crucificada en la que están presentes todos los sufrimientos de la humanidad.
Como leemos en el n°83 de Cristus Vivit, el papa Francisco indica, “en los jóvenes también están los golpes, los fracasos, los recuerdos tristes clavados en el alma. Muchas veces «son las heridas de las derrotas de la propia historia, de los deseos frustrados, de las discriminaciones e injusticias sufridas, del no haberse sentido amados o reconocidos».
Además «están las heridas morales, el peso de los propios errores, los sentimientos de culpa por haberse equivocado». Jesús se hace presente en esas cruces de los jóvenes, para ofrecerles su amistad, su alivio, su compañía sanadora, y la Iglesia quiere ser su instrumento en este camino hacia la restauración interior y la paz del corazón”. Este es el compromiso de la Pastoral Juvenil.
El rojo de la letra J, que identifica la Pastoral Juvenil, está asociado al color litúrgico: donde se habla de la pasión y muerte de Jesús, de la última cena y también de Pentecostés, la recepción de los dones del Espíritu y el inicio de la Iglesia.
En la teoría del color el rojo se asocia a pasión, energía, amor y determinación.
– PASTORAL VOCACIONAL · ENCUENTRO Y MISIÓN –
Como los discípulos de Emaús, los jóvenes de hoy están llamados a anunciar a la comunidad y al mundo el cambio que han experimentado en sus vidas al conocer a Jesús. Son muchos los testimonios del Evangelio en los que vemos que después del encuentro con Jesús y de reconocerle como Señor de la vida, como la perla preciosa (cfr.Mt.13, 45-46), se deja todo para seguirle. Juan Bautista invita a sus seguidores que busquen a Jesús, y estos después de permanecer con Él un día compartiendo, viendo con los ojos de la misericordia de Dios, descubrieron quién podía dar sentido a sus vidas. Desde ese momento descubrieron a qué estaban llamados y siguieron al maestro. (Jn.1, 35-42). Aquellos que recibieron el perdón y la compasión del Señor, que fueron recobrados en su dignidad, les seguían también por el camino. (Mc.10, 46-52). No consta que Marta y María fueran del grupo de mujeres que seguían a Jesús por el camino (cfr. Lc.8,3), pero sí las reconocemos como mujeres que descubrieron a Jesús más allá de la amistad que les unía. Fueron sus discípulas. Le reconocieron como Maestro, aquel que es la Vida y puede dar vida. Ellas dos son prototipo de la vida contemplativa y de la vida activa.
En estos relatos de encuentro y misión los jóvenes pueden encontrar aliento en la respuesta que deben dar al Señor de sus vidas en el cómo seguirle, en saber qué quiere de cada uno. Siempre desde la vocación a la que todos estamos llamados en el Bautismo, y en concreto desde la vida consagrada, sacerdotal o matrimonial.
La opción vocacional es un camino vital, (representado en la forma de la V), que puede ser ascendente o sinuoso (cfr. Mt.7,13-14). Sin emabrgo, tenemos la certeza de que el Maestro acompaña nuestro caminar y nuestras búsquedas. Él es el que “guarda nuestros caminos” (cfr. Salmo 121).
Las huellas que acompañan este camino vocacional inician con las pisadas de Cristo Resucitado. Él ya hizo este recorrido en su vida, fue asimilando su misión. Tenemos que acompañar a los jóvenes para que vayan interiorizando este proceso y búsqueda, sabiendo que Jesús alienta la marcha. “Jesús ha resucitado y nos quiere hacer partícipes de la novedad de su resurrección. Él es la verdadera juventud de un mundo envejecido, y también es la juventud de un universo que espera con «dolores de parto» (Rm 8,22) ser revestido con su luz y con su vida. Cerca de Él podemos beber del verdadero manantial, que mantiene vivos nuestros sueños, nuestros proyectos, nuestros grandes ideales, y que nos lanza al anuncio de la vida que vale la pena”. (C.V.32)
Unas veces la ruta estará clara y los pasos serán firmes, otras vacilantes… por eso se ha dejado una huella sin pareja alentando a los agentes de pastoral que hacen el acompañamiento con los jóvenes y en un momento del proceso sienten que no hay avance.
“Él está en ti, Él está contigo y nunca se va. Por más que te alejes, allí está el Resucitado, llamándote y esperándote para volver a empezar. Cuando te sientas avejentado por la tristeza, los rencores, los miedos, las dudas o los fracasos, Él estará allí para devolverte la fuerza y la esperanza”. (C.V.2)
El naranja con que se singulariza la V de vocacional se relaciona con la alegría y la energía. Caracteriza el riesgo. Y plantearse la vida al estilo de Jesucristo es una hazaña arriesgada en este siglo donde se insta a hacerse a uno mismo más que hacerse desde Cristo para los demás.
– OBJETIVOS –
La parte de Infancia y juventud tiene los siguientes objetivos:
– PRÓXIMAS ACTIVIDADES –
JUBILEO ROMA 2025
¿Qué es un jubileo?
‘Jubileo’ es el nombre de un año particular, en la Iglesia católica, el jubileo es una celebración que de ordinario tiene lugar cada 25 años y en la que se concede la indulgencia plenaria.
Qué se hace
El Papa se dirige a la Basílica de San Pedro para abrir la llamada Puerta Santa. Esta puerta solamente se abre para la ceremonia de apertura del jubileo y por este motivo. El sumo pontífice toma un martillo (el mismo que utilizó Pío XI en 1933) y da tres golpes diciendo una fórmula que se inicia con las palabras: Aperite mihi portas justitiae, ingressus in eas confitebor Domino («Abridme las puertas de la justicia; entrando por ellas confesaré al Señor»). El simbolismo -abatir la puerta con el esfuerzo- significa la dificultad del camino cristiano pero, al mismo tiempo, subraya que una vez traspuesto el ingreso se encuentra la grandeza extraordinaria del amor y misericordia de Dios.
Indulgencia
La indulgencia es una manifestación concreta de la misericordia de Dios, que supera los límites de la justicia humana y los transforma. La indulgencia permite liberar el propio corazón del peso del pecado, para poder ofrecer con plena libertad la reparación debida.
Reconciliación
El Jubileo es un signo de reconciliación, porque abre un «tiempo favorable» (cfr. 2 Cor 6,2) para la propia conversión. Uno pone a Dios en el centro de la propia existencia, dirigiéndose hacia Él y reconociéndole la primacía. Concretamente, se trata de vivir el sacramento de la reconciliación, de aprovechar este tiempo para redescubrir el valor de la confesión y recibir personalmente la palabra del perdón de Dios. Hay algunas iglesias jubilares que ofrecen continuamente esta posibilidad. Puedes prepararte siguiendo un esquema.
– CALENDARIO DE ACTIVIDADES –
– ESTRUCTURA –
La dimensión vocacional tiene un carácter importante dentro de la delegación, por ello, tendrá un equipo específico para acompañar el discernimiento de los jóvenes.
El equipo de Pastoral Vocacional estará formado por:
– OBJETIVOS –
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