04 Abr «Cuando llega una situación de estas sacamos lo mejor»
José Luis Retana, obispo de Plasencia desde mediados de 2017, contempla por un lado la naturaleza y por el otro, el arte. En el Obispado hay muchas ventanas y desde su despacho se aprecia un jardín y hasta un trozo de muralla. Desde la otra parte del edificio se ve la crestería de la Catedral.
–¿Cuál es su rutina durante estos días?
–Pues hoy por ejemplo me he levantado a las cinco para desayunar. Después de ducharme y afeitarme, paso un rato largo en la capilla y hago una cosa en la que he puesto mucho interés: todos los días grabamos un vídeo de unos 8 o 10 minutos que después se envía a las diócesis. Comenzó como algo sencillo para alentar a la unión y a la esperanza, pero se ha convertido en algo importante como acción y reflexión de la mañana, ya que ahora llega a miles de personas. A las 8.30 doy misa y después a trabajar.
–¿Esa iniciativa del vídeo ha surgido durante el confinamiento?
–Sí. Tuvo lugar cuando íbamos a hacer una oración en la Virgen del Puerto, pero como empezaron a prohibir los actos públicos, hice un vídeo explicando lo que queríamos haber hecho y no se pudo. Se inició como algo sencillo pero ha ido teniendo fuste porque se tocan todos los palos. Hay veces que hablamos de los ancianos, de los matrimonios, de los sanitarios, de los niños… Cada día tiene un afán por poder llegar a la gente, para que sepan que tienen a su obispo cerca, porque yo pido por ellos y estoy unido a ellos.
–¿Cómo está viviendo esta situación de emergencia sanitaria?
–Estamos viviendo una situación tan inédita e impensable que han caído nuestras prioridades, nuestras agendas, nuestros estilos de vida… Y esto nos obliga a lo que no habíamos hecho nunca, que es el estar en casa por el bien de los nuestros y de todos. Yo creo que la gratitud que sentimos hacia los sanitarios, hacia la gente que trabaja en alimentación, transportistas, fuerzas del orden, etcétera, nos está conmoviendo a todos. Cuando llega una situación de estas sacamos lo mejor que tenemos dentro.
–¿Cree que cambiará algo cuando lo hayamos superado?
–Me gustaría que el dolor y la dureza que estamos viviendo, cada uno en sus circunstancias, no concluyera banalmente, sino que aprendiésemos unas lecciones de vida. A todos nos ha salido de dentro la fraternidad y la unión. Así que me parecería algo torpe por nuestra parte que no cogiéramos ninguna lección de esto.
–¿Qué va a pasar con la Semana Santa placentina?
–Se hará en la Catedral a puerta cerrada. Vamos a celebrar los Misterios Cristianos e intentaremos que llegue a nuestra gente de la diócesis, ya que estamos estudiando la posibilidad de transmitir en directo. Más adelante se darán los horarios. Esos días se tocarán las campanas para que el pueblo de Dios sepa que se está celebrando el centro de la liturgia. Esta situación no se ha vivido nunca y para los cofrades, que lo han preparado con mucha antelación, es muy doloroso. Pero hay muchas procesiones en la vida. Los abuelos que fallecen y de los que no nos podemos despedir, los enfermos que no saben si van a morir… Son otro tipo de procesiones que también procesionan en el camino de la vida.