25 Oct Cuacos de Yuste rememora la primera visita de San Juan Pablo II a España con un concierto de órgano único
Entre el 31 de octubre y el 9 de noviembre de 1982, España vivió uno de los momentos más importantes de su historia reciente motivado por el Viaje Apostólico del papa Juan Pablo II a España. Además, el pasado sábado, día 22, la Iglesia celebró su Santidad. Coincidiendo con ello, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Cuacos de Yuste acogerá el próximo domingo, 30 de octubre, un concierto único. La entrada, además, es libre.
Correrá a cargo de María Misztal Bloch, organista titular de San Antonio de los Alemanes, de Madrid, y se realizará con una auténtica joya, el órgano de tubos que se encuadra dentro de los llamados órganos ibéricos y que data de las últimas décadas del Siglo XVIII, aunque está por determinar su autor.
El órgano pertenece a la Iglesia de Cuacos de Yuste y, como cualquier órgano barroco español tiene las típicas características de teclado de octava corta con registros partidos y una rica trompetería tendida, o en posición de batalla, en la fachada, tal y como nos indica el propio párroco de la localidad, don Cristóbal Kielczyk (OSPPE), que nos adentra en la historia del instrumento a través de la escasa documentación que se ha podido encontrar.
“Según Carmelo Solís, quien fuera autoridad en esta materia, en su tesis doctoral este órgano fue trasladado a la parroquia de Cuacos desde el Monasterio de Yuste, dónde el Emperador Carlos I pasaría sus últimos días; se ha podido encontrar un documento, en el archivo provincial de Cáceres, en el cual los mismos propietarios del monasterio tras la desamortización, donan el instrumento a la parroquia del pueblo. Una evidencia del origen del órgano es el escudo de la orden Jerónima que corona el instrumento en la parte superior.
Según el documento, el instrumento se traslada a la parroquia hacia 1840. Se reformó en 1895 y en 1987”, señala.
Desde esa fecha, no se volvió a afinar hasta mediado agosto de 2020.
Este domingo, los aficionados a la música tienen, sin duda, la oportunidad de unir el arte y la religión a través de un instrumento único, además de conmemorar un acontecimiento como fue la primera peregrinación de San Juan Pablo II a España.