26 Nov Carlos Tortosa (Iglesia necesitada): «La libertad religiosa, un derecho en caída libre»
Hace apenas unos días se hacía público el informe de Ayuda para la Iglesia Necesitada sobre la Libertad Religiosa (ILR), que cumple ya 25 años. Un informe demoledor, que arrojaba que 5.400 millones de personas, dos tercios de la población mundial, viven en países con graves problemas de Libertad Religiosa, muchos de los cuales atraviesan por terribles persecuciones y agresiones y asesinatos por la fe. El próximo 3 de diciembre, a las 20 horas y retransmitido en directo por FaceBook Live, se presentará el informe en el Salón de Bóvedas del Seminario con la presencia de nuestro Obispo, Monseñor Brotóns. Carlos Tortosa, como delegado de área, nos introduce en toda esta problemática.
– ¿Puede empezar explicando qué es este informe?
– Desde 1999, Ayuda a la Iglesia Necesitada edita a nivel internacional el Informe de Libertad Religiosa, que analiza el grado de cumplimiento o respeto de este derecho humano, recogido en el artículo 18 de la “Declaración Universal de Derechos Humanos”. El estudio abarca todos los países del mundo (196) y se refiere a todas las religiones. Un total de 30 autores y expertos independientes, equipos de investigación en universidades y centros de estudios dedicados a las relaciones internacionales en distintos continentes, han estado analizando, durante los dos últimos años, cada país del mundo siguiendo unos parámetros objetivos y una metodología precisa. Así que su preparación es fruto de una intensa labor de tipo intelectual y de investigación.
– Según el ILR, 5.400 millones de personas (2/3 del mundo) viven en países donde pueden sufrir violaciones graves a su libertad religiosa. Es una barbaridad a la que no se si se le da la importancia que tiene.
– Sí, una auténtica barbaridad. Entre esos países se encuentran los más poblados del mundo, como China, la India, Nigeria o Pakistán. Podríamos pensar que sus habitantes son solamente ateos, budistas, induistas o musulmanes, pero la realidad es que en esos países viven también 413 millones de cristianos. O sea que uno de cada seis cristianos del mundo vive en países donde puede der gravemente discriminado o incluso perseguido hasta la muerte, por causa de su fe. Ciertamente todas las religiones son perseguidas en mayor o menor medida. Así lo muestra el “Informe de Libertad Religiosa 2025”. Sin embargo es importante señalar que tres de cada cuatro perseguidos son cristianos.
– ¿Donde se ubica esa violencia de forma más concreta?
– Tradicionalmente, la violencia y abusos se daban en en casi toso Asía y en buena parte del centro de África. Sin embargo, año tras año los ataques a la libertad religiosa se han extendido progresivamente a todo el cinturón de países africanos del sur del Sáhara, lo que se denomina el SAHEL. En concreto, el extremismo religioso aparece como causa principal de la violencia en África y en Oriente Medio. También la América Latina está sufriendo un deterioro considerable en los últimos años. El “autoritarismo” en Nicaragua, que ha puesto su foco en los líderes religiosos, es especialmente preocupante. En otros países como China o la India, que suman más de la tercera parte de la población mundial, el autoritarismo de los gobernantes o el aumento del nacionalismo “etno-religioso”, someten a las comunidades minoritarias a una hostilidad creciente.
– ¿Cuantos tipos de violencia existen, cuantos grados? ¿Cuántas personas cree que estén en riesgo de vida?
– El Informe de Libertad Religiosa, que cada dos años edita “ayuda a la Iglesia Necesitada”, viene respondiendo directamente a estas cuestiones. Así, podemos ver que la violencia contra la libertad religiosa se puede ejercer de forma directa y clara, por el asesinato, encarcelamiento, destrucción de lugares de culto, entre otros. Pero también hay formas más discretas, aunque igualmente dañinas, como trabas administrativas, prohibiciones en la educación religiosa, y muchos tipos de discriminación social. Los grados de violencia que hemos analizado para el informe los voy a nombrar como fases de un proceso que puede desembocar incluso en la muerte. Estas fases son la intolerancia, discriminación y la persecución:
- Se empieza admitiendo la intolerancia, que en mayor o menor medida se observa en todos los países o culturas. Si no haya oposición por parte de las autoridades, empieza a configurar una “nueva normalidad” que puede evolucionar -casi sin sentirlo- hacia la discriminación.
- En la discriminación, las autoridades aprueban o consienten normas que se aplican solo a un grupo religioso concreto respecto al resto. Se consolida así un trato diferenciado en función del grupo a que la persona pertenece, y no por sus actos personales. El informe señala 38 países en esta categoría, en los que las minorías se enfrentan a limitaciones sistemáticas de culto, expresión e igualdad legal. Normalmente, las víctimas solo pueden acudir a la comunidad internacional en busca de ayuda.
- El paso siguiente es ya la persecución. Consiste en un programa dirigido a someter, expulsar o exterminar a determinadas personas en función de su adscripción a un grupo religioso. Este caso podría ejercerlo un grupo terrorista incluso en un país en el que no haya discriminación por parte del estado. En 24 países, poblados por 4100 millones de personas, se dan violaciones graves y sistemáticas de la libertad religiosa, cono la violencia, el arresto, la represión e incluso la muerte.
En cuanto a la pregunta sobre cuantificación del riesgo para las vidas, ACN siempre se ha resistido a dar cifras concretas de muertos por su fe. Y eso es porque con frecuencia es difícil decidir si la muerte es causada por un acto violento directamente relacionado con la religión. Concretando en los católicos, solo hemos determinado que 210 millones viven en países en los que están expuestos a la persecución; una persecución que, como decía, podría llegar incluso a la muerte.
– Hablamos especialmente de Asia y África, pero se está expandiendo. En Europa se estén viviendo episodios que hace muchos años que no sucedían, y también en España. En qué punto está esa violencia instalada en España y Europa teniendo en cuenta la cada vez mayor polarización y el aumento de la inmigración y llegada de personas de otras religiones.
– España, como la mayoría de los países democráticos europeos y norteamericanos, cuenta con garantías constitucionales robustas que protegen la Libertad Religiosa. Sin embargo, en algunos países democráticos, una serie de decisiones judiciales o políticas está haciendo que, cada vez más, el derecho a la libertad religiosa quede enfrentada a otros derechos presuntamente fundamentales. Se pretende con ello situar la libertad religiosa, recogida en el Artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, como un derecho de segundo nivel. Ya en 2016 el Papa Francisco identificó dos formas distintas de persecución: La explícita y la que denominó “persecución educada”. Esta última es una forma más sutil que se manifiesta en forma de presión legal, cultural, institucional o incluso social. Pero además de este tipo de ataque solapado a la libertad religiosa, en muchos países democráticos, y España no es una excepción, se está intensificando la hostilidad explicit a hacia la religión: En el periodo analizado en el último Informe de Libertad Religiosa (años 2023 y 2024) el número de crímenes de odio antisemita o antimusulmán ha aumentado drásticamente, posiblemente derivados de la situación creada en la guerra de Gaza. Por el contrario, el informe no contempla que el aumento de la inmigración esté siendo una nueva causa relevante de episodios violentos relacionados con la religión.
Respecto al cristianismo –mayoritario en occidente- los ataques contra lugares de culto y fieles cristianos o los asaltos ideológicos a símbolos y procesiones religiosas han aumentado de forma significativa en Europa y Estados Unidos. Baste decir que solo en 2023 se registraron unos 1000 incidentes anticristianos.
*Carlos Tortosa: Nacido en Murcia en 1951, ejerció toda su vida profesional como oficial de la Armada. Está casado desde hace 50 años, y tiene 3 hijos y 15 nietos.
En 2013 se ofreció como voluntario a la Fundación Pontificia “Ayuda a la Iglesia Necesitada”, que había conocido a través de su hija, periodista del área de comunicación de la Fundación.
Desde entonces ha desarrollado su voluntariado en diversas diócesis del norte de España, hasta que, a principios de este año, fue designado coordinador de Ayuda a la Iglesia Necesitada para las diócesis de la región Centro-Oeste, que incluye la de Plasencia.
*Ayuda a la Iglesia Necesitada: “Ayuda a la Iglesia Necesitada” es una fundación pontificia que sirve a la Iglesia católica desde 1947 en su labor evangelizadora en todo el mundo, prioritariamente en las comunidades más necesitadas, discriminadas y perseguidas.
Trabaja en aproximadamente 140 países de necesidad y persecución religiosa, a través de la financiación de más de 5000 proyectos anuales, como reconstruir iglesias, sostenimiento de sacerdotes y religiosas, formar seminaristas y catequistas, ofrecer medios de transporte para parroquias dispersas o de difícil acceso y ayuda a refugiados o de emergencia. En resumen, asegurar la presencia continuada de la Iglesia en los ambientes más difíciles o conflictivos. Todo ello lo hacemos gracias a la generosidad de nuestros benefactores.