19 Mar Cada día ofrezco mi “Sí” al Señor
Hoy 19 de marzo, día de San José cuando tradicionalmente se celebra el Día del Seminario y que este año ha sido aplazado por causa del coronavirus, vamos a conocer mejor a nuestros seminaristas.
Actualmente están siguiendo sus estudios Eclesiásticos en el Teologado de Ávila en Salamanca, Luis Miguel Pérez Paredes y Francisco José Parejo Andrade, éste último terminando cuarto y con una meta muy clara para el presente curso. “A todos los niveles, espiritual, académico, humano quiero seguir hacía adelante con la ayuda de Dios. No hay otra meta que la de continuar cada día ofreciéndole al Señor mi “Sí”, lo que soy, intentando que sea incondicional, poniendo mi vida en sus manos, sabiendo que aunque yo ponga todo lo que soy y tengo, no puedo dar ni un solo paso sin Él en este camino”.
Miguel Ángel Palacios Pino finalizó sus estudios Eclesiásticos y ahora está cursando una licenciatura en Teología Dogmática en la Universidad Pontificia. Tanto Luis Miguel como Miguel Ángel ya han recibido los ritos del Lectorado y Acolitado. Y el siguiente paso será recibir la fecha del diaconado. “Dios mediante, seré ordenado en breve diácono y para mí es un momento muy importante, supone el primer grado del ministerio sacerdotal y por tanto es entrar en una nueva dimensión, configurando mi corazón con Cristo servidor, servir al Señor y al Evangelio, es vivir en profundidad la entrega a los enfermos, a los necesitados de la comunidad y por otro, proclamar la Palabra de Dios en la liturgia y con la vida, es vivir en celibato, es formar parte de la fraternidad sacerdotal, en comunión con mis hermanos sacerdotes, en comunión y obediencia con nuestro Obispo D. José Luis” explicaba Luis Miguel Pérez Paredes.
Además tenemos en el Propedeútico a Edgar Maya Corbalán. Una etapa en la que está reforzando su dimensión espiritual y recibe educación en el uso de las reglas del discernimiento vocacional que le conducirán a una decisión más libre para continuar la formación sacerdotal o elegir otro camino. Y desde su corta experiencia quiere animar a todos los jóvenes que pueden sentir la llamada de Jesús. “Que nunca tengan miedo de seguir al Señor. Como me dijo una profesora una vez: Nunca dejes una pregunta de examen en blanco, porque el cero ya lo tienes, a partir de ahí, todo es sumar”, pues sirviendo esa frase que hablen con el párroco, con el rector del Seminario, con el obispo o con un seminarista. Lo que es seguro es que si no lo intenta, le quedará la duda de que hubiera sido de él si hubiese entrado en el Seminario”.
