26 Dic El matrimonio, eje que vertebra la Jornada de la Sagrada Familia este domingo
Este próximo domingo se celebra la Jornada de la Sagrada Familia que coincide con la Clausura del Año Jubilar, un año marcado por la Esperanza, una esperanza que, como dice el lema jubilar, no confunde, no falla. Siempre nos queda y siempre está ahí. Nuestros delegados de Pastoral Familiar nos introducen en la importancia y en los detalles de la celebración en un artículo publicado en el último número de la revista diocesana Iglesia en Plasencia.
El matrimonio, vocación de Santidad
El próximo 28 de diciembre, coincidente con la tradicional festividad dedicada a la Sagrada Familia, nuestra diócesis se viste de fiesta para clausurar todas las celebraciones que han ido llenado de Esperanza nuestro Año Jubilar. Por ello, como no puede ser de otra manera e independientemente de otras actividades que seguro organizaremos, compartiremos este acontecimiento tan importante para nuestra Iglesia todos juntos en comunión.
La Sagrada Familia de Nazaret se presenta como modelo inspirador atemporal. Dios quiso hacerse presente en la fragilidad de un niño, en el seno de una familia concreta, sencilla y real, marcada por los quehaceres cotidianos, por el amor compartido y por la confianza, fidelidad y obediencia a Dios. La vida de María y José nos demuestra que amar es acoger la incertidumbre, la pobreza, el dolor, las luces y las sombras, incluso aunque no lleguen a comprenderse del todo.
El lema escogido este año por la Conferencia Episcopal Española para festejar la Jornada de la Sagrada Familia: “Matrimonio, vocación de Santidad”, pretende expresar la misión que adquirimos como esposos de vivir en plenitud el AMOR de Dios en nuestra vida cotidiana. Este AMOR se materializa a través de gestos tan sencillos y a la par tan complejos como la paciencia ante las dificultades, el cuidado hacia nuestro cónyuge, el perdón y la comprensión mutua, la gratitud, la gratuidad y la educación de nuestros hijos. Hablar de matrimonio como vocación de santidad no idealiza, ni ignora, las dificultades que podemos ir encontrando en nuestro caminar, sino que reconoce que la gracia de Dios actúa en medio de nuestras propias fragilidades y debilidades, transformándolas en verdaderas oportunidades de crecimiento personal, conyugal y familiar. Es en la familia donde aprendemos a amar, a convivir, a rezar y a hacer nuestros los valores que nos acompañarán para el resto de nuestras vidas.
En la actualidad, la Pastoral Familiar debe afrontar retos y desafíos complejos que, lejos de asustarnos, nos deben impulsar hacia la búsqueda de una pastoral más cercana y flexible, que sea capaz de acoger, acompañar y de responder a las necesidades y situaciones planteadas, todo ello sin descuidar la formación de agentes preparados que estén dispuestos a colaborar en esta delicada y apasionante labor.
Desde el momento en que asumimos la responsabilidad y tarea de la Delegación Episcopal de Familia y Defensa de la Vida de la Diócesis de Plasencia, nos propusimos no cejar en el empeño de ser cercanos, de ponernos al servicio de todas sus Parroquias y de crear una estructura que nos ayudara a construir una verdadera familia de familias. Desde estas líneas, volvemos a reiterar nuestra disposición y petición; nuestra disposición para servir de verdadera correa de transmisión y de ayudaros en todo aquello que necesitéis, pero también a lanzar la petición de que nos ayudéis en esta enorme empresa porque somos pocos y la mies es abundante. Nuestro mayor deseo sería contar en cada parroquia con matrimonios que se comprometan a trabajar con y para las familias, de modo que forjemos una verdadera comunidad, una red de hogares dispuestos a caminar juntos.
Juan José Bravo y Gelu Pérez
Delegados de Pastoral Familiar y Vida
Diócesis Plasencia
- Como antesala de la jornada, el sábado 27, de la mano de los Frailes Siervos de María del Santuario de la Virgen del Puerto, habrá una doble actividad. A las 11.30 horas se vivirá, a partir de las 11.30 horas un momento de oración y villancicos con los mayores de la residencia Ciudad Jardín, primera piedra del proyecto ‘Del Puerto a la Puerta’ que explicamos abajo. Por la tarde, y abierto al público, habrá un concierto con el coro de los frailes Siervos de María de Indonesia, acompañados por don Carlos Osuna. Será al término de la misa de las 18 horas
* Desde el Centro de Orientación Familiar, adscrito a la Pastoral Familiar, su director, Salvador Ramajo, nos hacía llegar también hace unos días un apunte sobre las actividades solidarias que, en estos días, llegan para paliar necesidades concretas y que no habíamos podido publicar hasta la fecha.
Navidad Solidaria: El amor hecho acción
La Navidad nos invita a imitar a Aquel que se hizo pequeño por amor. En nuestra diócesis, son muchas las iniciativas que en estos días convierten esa llamada en gestos concretos de solidaridad con las familias más vulnerables.
El Servicio de Ayuda a la Vida del Centro de Orientación Familiar organizaba un año más su tradicional Mercadillo Solidario los días 9 al 11 de diciembre, que se ubicó en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Plasencia. Semana tras semana las voluntarias de ese Servicio trabajan con mucho cariño para la elaboración de todo tipo de manualidades, objetos útiles y de adorno, que se ofrecen a la venta al público en general, y que, en el citado mercadillo, suele responder bastante bien a esta oferta. Esta generosidad y solidaridad hace posible la autofinanciación del Servicio de Ayuda a la Vida, que destina todo lo recaudado íntegramente a las familias que acompaña durante todo el año.
La pobreza tiene muchos rostros, y aunque algunos no encajen en los estereotipos de “pobreza” son igualmente urgentes y reales. Cuando hablamos de vulnerabilidad, no siempre pensamos en las familias que atraviesan situaciones críticas vinculadas a la maternidad. Sin embargo, esta es una realidad muy presente en nuestra diócesis: madres solas que afrontan un embarazo sin apoyo familiar, familias en crisis económica justo cuando llega un bebé, mujeres migrantes sin redes de sostén…
El Servicio de Ayuda a la Vida del COF atiende regularmente estos casos, que requieren no solo ayuda material —pañales, leche, ropa de abrigo— sino también acompañamiento, escucha y presencia. Son realidades que pueden pasar desapercibidas, pero que forman parte esencial de la misión de la Iglesia: estar cerca de quien más lo necesita, especialmente cuando se trata de proteger y acoger la vida.
Pero esta no es la única iniciativa, pues son varias en distintos puntos de la diócesis. Mencionamos la que en Don Benito impulsa la Hermandad de la Borriquita hasta el pasado 21 de diciembre, la «Operación Kilo y Canastilla Borriquita» en la Parroquia de San Juan Bautista, recogiendo alimentos, productos de higiene y artículos para bebés. En Plasencia, la Hermandad del Calvario de la parroquia del Salvador de Plasencia ha promovido la campaña «Arropando Sueños», recogiendo mantas, ropita de abrigo y productos para bebés en su Casa de Hermandad.
Son gestos cargados de significado. Porque en cada manta donada, en cada pañal, en cada potito o bote de leche, en cada gesto de generosidad, late el mismo misterio que celebramos en Navidad: Dios que se hace cercano, frágil, necesitado… Dios que nos pide acogerle en los más pequeños.
Estas iniciativas son posibles gracias a la generosidad de tantas personas anónimas, al trabajo incansable de voluntarios y voluntarias, y a la colaboración entre parroquias, hermandades y servicios diocesanos. Son el rostro visible de una Iglesia que no se conforma con proclamar el Evangelio, sino que lo encarna en obras de misericordia. A buen seguro, en este Adviento que ha servido para preparar la llegada de nuestro Salvador, el calor de la solidaridad, del amor en acción, ha sido la luz que ha iluminado nuestros hogares.