14 Nov Pilar Quiroga, profesora de la UPSA: «La soledad es el problema de nuestro mundo»
A continuación les ofrecemos la interesante entrevista que concedía doña Pilar Quiroga Méndez, doctora en Psicología y profesora en la Universidad Pontificia de Salamanca, con motivo de su presencia en Plasencia para exponer sobre ‘El sufrimiento psíquico y enfermedad mental a lo largo de la vida’ dentro del ciclo de la Formación Permanente del Clero.
“La soledad es el problema de nuestro mundo”
Doctora en Psicología (sobresaliente Cum Laude y Premio Extraordinario del Doctorado), Pilar Quiroga (Ponferrada, León) exponía sobre ‘El sufrimiento psíquico y enfermedad mental a lo largo de la vida’ dentro del ciclo de la Formación Permanente del Clero, que dirige un año más don Juan Carlos Milla. Es especialista en Terapia Cognitivo Conductual y Máster Universitario en Filosofía (teoría y práctica, especialidad Historia de la Filosofía). Psicólogo Especialista en Psicología Clínica, es profesora encargada de Cátedra de la asignatura Psicología Evolutiva III, Adultez y Vejez. Atesora una larga experiencia en conferencias y seminarios impartidos y ha publicado distintos libros y colaborado en numerosas revistas especializadas. También tiene una larga experiencia investigadora.
Con motivo de su participación en la Formación Permanente del Clero, la profesora Pilar Quiroga atiende a ‘Iglesia en Plasencia’ para adentrarnos en los entresijos de su especialidad.
– ¿Qué trata la ponencia?
– La ponencia trata sobre la enfermedad mental y el sufrimiento a lo largo de la vida.
– En la actualidad, ¿aumentan tanto los casos cada día como parece?
– Hay cifras que nos indican claramente que está aumentando la incidencia de los trastornos mentales en la enfermedad mental y por lo tanto del sufrimiento, en todas las edades de la vida.
– ¿Hay alguna explicación?
– Seguramente las explicaciones tienen que ver todas con esta sociedad que estamos creando, que es una sociedad muy buena para el consumo y es muy buena para conseguir cosas, pero no demasiado buena para el equilibrio psíquico, para el bienestar, para la salud emocional. Nos faltan algunas cosas importantes que no se pueden comprar.
– ¿Cuál es la relación entre el sufrimiento y la propia enfermedad?
– Una cosa que quería yo tratar en esta formación es que el sufrimiento es una variable independiente de la enfermedad, en el sentido de que hay enfermedades que cursan con mucho sufrimiento y no son especialmente graves y luego hay enfermedades graves que apenas lo tienen, y por otro lado el sufrimiento es una variable personal que identificamos pero que difícilmente podemos medir, de tal manera que necesitamos contar con ella en función a la experiencia subjetiva de la persona que nos está hablando.
– ¿Es peor el sufrimiento físico o el psíquico?
– El sufrimiento físico es muy malo porque no te permite vivir, no te permite pensar. El sufrimiento físico crónico es una barbaridad. El sufrimiento psíquico también. Lo que ocurre es que en el sufrimiento físico normalmente tú conoces el origen, incluso conoces también el curso de la enfermedad o lo que va a pasar. En el sufrimiento psíquico no conoces muchas veces el origen, no sabes por qué se produce y tiendes a culpabilizarte o a sentirte mal por ello. Y eso agrava, digamos, la cantidad de sufrimiento. También entras en bucles, luego es muy difícil salir, necesitas ayuda, a veces es difícil pedirla, a veces ni siquiera la encuentras, es complicado.
– Aplicándolo al clero, se habla mucho del cansancio del presbítero.
– A mí me parece que ser sacerdote hoy es una labor de héroes. Y no debería de ser, porque los héroes siempre se cansan mucho. Hay muy pocos obreros y me parece que el trabajo es mucho. También estamos viviendo en una época de descreimiento que tiende a utilizar a los sacerdotes, más que a hacer de ellos una figura de referencia o de significatividad vital, de sentido. Y eso debe de ser muy difícil de llevar.
– ¿Cómo influyen la soledad y la vejez en las enfermedades mentales?
– Efectivamente, la soledad es el problema de nuestro mundo. Pero es un problema especialmente importante en los mayores. Hablamos siempre de la demencia, también hay depresión, hay problemas de ansiedad en mayores, hay enfermedades, pero se habla menos de la soledad y la soledad es el gran problema.
– ¿El acompañamiento es necesario? ¿Cómo se puede acompañar en el caso, por ejemplo, del sacerdote?
– El acompañamiento es imprescindible. Somos seres sociales, estamos mejor siempre en sociedad, siempre estamos mejor con los otros. No el cien por cien del tiempo, pues necesitamos también un tiempo personal para poder entender y para poder significar nuestra vida, pero es necesario estar con otros. Y el acompañamiento del sacerdote es que es la única vía de acompañamiento espiritual que tenemos ahora mismo. Entonces, estaría muy bien que funcionara porque estamos muy mal, con lo cual necesitaríamos todos los medios para que pudiéramos estar mejor desde el punto de vista de la enfermedad mental. Y el acompañamiento espiritual, sin duda, es uno de esos medios.
– ¿Hay salida en las enfermedades de la mente?
– Sí, hay salida. A veces recuperación, a veces curación, pero hay alivio, claro que sí. Y tenemos que ponernos a ello siempre. No se pueden dejar, igual que no se puede dejar ninguna otra enfermedad.