
15 Jun Jia Ling Wang, Carmelita: «Lo mejor de mi vida es estar entregada a Dios»
A continuación les ofrecemos el testimonio de la hermana Jia Ling Wang, Carmelita Descalza que lleva casi dos décadas en el monasterio de Plasencia. Con motivo de la Jornada Pro Orantibus que se celebra este 15 de junio, Wang atendía a Iglesia en Plasencia en su último número, el 629.
«Lo mejor de mi vida es estar entregada a Dios»
La Iglesia celebra el domingo 15 de junio, solemnidad de la Santísima Trinidad, la Jornada Pro Orantibus, que este año lleva por lema: Orar con fe, vivir con esperanza. Nuestra diócesis cuenta con 92 monjes y monjas de clausura que desarrollan su labor en 8 monasterios. Jia Ling Wang desarrolla su labor en las Carmelitas Descalzas de Plasencia como Hermana María Inmaculada de Jesús Eucaristía. Nació en China (Fu Jiang, Fu Zhou) hace 37 años, en el seno de una familia profundamente católica y nos cuenta su experiencia y cómo ha sido su proceso de fe.
«Soy hija única, cuando tenia tres años falleció mi padre, recibiendo mi fe cristiana y formación de mi madre y mi abuela, teniendo en mi pueblo una comunidad cristiana muy viva que me ayudo mucho en la vida fe. Al terminar mis estudios a los 19 años, pensé que lo mejor que podía hacer era entregar a Dios toda mi vida para su gloria y salvar almas. Como ya conocía la vida contemplativa por tener en el Carmelo de Plasencia una tía carmelita, pedí la admisión en este Carmelo y vine a España junto con una amiga í ntima que también tenia este ideal de entregar la vida al Señor», relata.
«Ingresamos el día 17/11/2007 y fuímos progresando en la formación según nuestra vida y carisma. Profesamos solemnemente en el 2015 y llevo ya 18 años en el monasterio», añade, antes de contarnos cómo es su vida cotidiana. «Nuestra vida en el convento es un reflejo de la de Nazaret, comenzamos el día con la oración litúrgica, oración personal, y la Eucaristía, dedicándonos luego al trabajo cada una en su oficio. Al mediodía y en la noche tenemos una hora de recreo compartido como deseaba nuestra Santa Madre. Nuestra vida se desarrolla en la soledad, silencio, en oración y trabajo, todo en la presencia de Dios. Como este mundo anda tan ajetreado, mi deseo es que ojalá encontrara un momento para conectar con nuestro Dios y la Virgen María, esto les daría mucha paz y alegría en su vida a las personas».
«Estoy convencida que lo mejor de mi vida es estar entregada a Dios, merece la pena, porque es lo único necesario y permanente. Termino con esta frase de nuestra Santa Madre Teresa “quien a Dios tiene, nada le falta, porque Solo Dios basta», sentencia.