
02 May Iglesia en Plasencia: ‘Ese se lo tiene muy creído’ (sección Diálogos)
A continuación les ofrecemos el artículo publicado en el último número de Iglesia en Plasencia correspondiente a la sección Diálogos.
Ese se lo tiene muy creído
¿Cuántas veces lo hemos dicho o escuchado? Suele sonar como crítica hacia alguien que parece caminar con demasiada seguridad por la vida.
Pero, ¿será que ser cristiano consiste precisamente en eso? En creérselo tanto que todos nos lo noten.
Tal vez no llegamos a creernos suficientemente la Pascua. Proclamamos que Cristo ha resucitado, pero quizá lo hacemos por costumbre, como si no fuera una noticia capaz de cambiarlo todo. Y verdaderamente lo es. La resurrección es la mayor revolución de la historia. Y si nos la creyéramos de verdad, viviríamos llenos de esperanza.
Imagina una vida cristiana tan llena de luz que cuestione. Una alegría tan auténtica que despierte curiosidad. Una fe tan profunda que contagie. Una esperanza tan firme que resista a cualquier oscuridad.
Esta es la vida de quien se lo cree. El corazón cristiano late diferente en Pascua porque entiende que Dios no se ha rendido con nosotros. Cuando nos creemos la Pascua, transformamos nuestra realidad cotidiana con valentía, alegría y una fe contagiosa. Porque si Cristo venció la muerte, nada será imposible cuando dejemos entrar en nosotros su amor.
«Esos lo tienen muy creído», dirían entonces de nosotros. ¡Ojalá nos lo dijeran más! Que notaran nuestra alegría incontenible, nuestra esperanza capaz de resucitar corazones hundidos, nuestra solidaridad que atraviesa cualquier frontera. Que comentaran extrañados nuestra serenidad ante los fracasos y las dificultades, la tenacidad ante los imposibles, la confianza en Dios en medio de las tormentas.
Cristo ha vencido el miedo, el pecado, la muerte… y tú y yo somos testigos de esto. Así que esta Pascua, no vivas a medias. No te escondas. No minimices tu fe. Vívela con fuerza, con gozo, con convicción.
Que esta Pascua sea la oportunidad de creérnoslo de verdad. Dejemos que la vida resucitada toque nuestros corazones y cambie todo lo que parece perdido. Ojalá cuando nos digan: «Tú esto de la Pascua sí que te lo tienes muy creído», podamos responder sonrientes, con humildad y firmeza:
«Por supuesto, porque Él vive. Y eso… lo cambia todo».