21 Oct La Virgen del Puerto ya está en la catedral
«Madre querida del Puerto, como sucesor de aquellos apóstoles que te acogieron en su casa un día, como humilde Pastor de esta Iglesia de Plasencia te acojo junto a esta Iglesia junto a esta ciudad que tanto te ama con todo el cariño y el amor del mundo«. Con estas sentidas palabras recibía Monseñor Brotóns Tena a la patrona de Plasencia en una plaza Mayor llena de fieles. Junto a él don Fernando Pizarro, alcalde de la ciudad y Fray José María Correcher, Rector del Santuario de Santa María del Puerto. A su lado el Vicario General, don Francisco Barrado, Monseñor Amadeo Rodríguez Magro y Monseñor José Luis Retana, anteriores obispos de la diócesis, Monseñor Ciriaco Benavente, el deán de la catedral, don Jacinto Núñez y el resto de miembros del cabildo catedralicio. Además de sacerdotes diocesanos, religiosos, religiosas, cofradías, hermandades y representantes de diferentes movimientos de la Iglesia diocesana.
La imagen entró desde la calle del Rey y rodeó toda la plaza para situarse bajo el balcón del consistorio placentino, entre los plausos y los sentidos vivas de todos los presentes y bajo el repique de campanas de la catedral y del resto de las iglesias de la ciudad. Finalizada la bienvenida la Virgen fue trasladada, en procesión, hasta la catedral pasando por el convento de las Madres Dominicas que le ofrecieron un canto mariano.
Ya en la plaza de la catedral, la Virgen fue recibida por los presentes y con el canto de su himno entró en la catedral hasta ser colocada en el altar mayor por miembros de la Cofradía de la Virgen del Puerto. Después comenzó la Eucaristía con una procesión solemne desde la sacristía hasta el altar.
En su homilía don Ernesto agradeció a todas las personas que han hecho posible que la bajada de la Virgen a la catedral haya sido un éxito, «gracias de verdad a todos vosotros, vecinos, colectivos, asociaciones, cofradías…que habéis arrimado el hombro, nunca mejor dicho, para que esto sea posible». Además destacó el valor de la presencia de la patrona de los placentinos en la catedral, «baja a nuestra ciudad para encontrarse con nosotros, para que todos sin exclusión podamos sentir su mirada, pequeños y mayores, enfermos, pobres. En su mirada siempre vamos a encontrar amparo y consuelo, esperanza. En su mirada e intercesión nos alcanza la ternura y la fuerza de Dios, su amor, su perdón».
También el prelado invitó a los presentes a seguir su ejemplo, «con su ejemplo nuestra señora del Puerto nos insta a seguir con firmeza y confianza los pasos de su hijo, a escuchar su palabra y hacerla viva, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen, haced lo que Él os diga. Aquí está la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra. Y mientras su amor maternal esta tarde, hoy y siempre nos une, nos acerca a Jesús y nos acerca unos a otros. Este es el sentido único del jubileo que hoy estamos celebrando. Con María acercarse a Jesús y acercarnos unos a otros».