07 Ago Plasencia en la JMJ: 12 días para recordar, un camino para seguir
Este domingo, con una misa multitudinaria, se cerraba la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa, un encuentro que marcará la vida del medio millón de asistentes y, a corto plazo, también de la Iglesia, una Iglesia en salida e inmersa en un sínodo, una Iglesia en la que, como decía el Papa Francisco, «cabemos todos», una Iglesia de puertas abiertas y donde los jóvenes están llamados a ser parte importante de ese futuro, a ser transmisores de la fe, como le interpeló el propio Pontífice.
«La Iglesia no tiene puertas, para que todos puedan entrar. Y aquí también podemos insistir en que todos puedan entrar, porque esta es la casa de la Madre, y una madre siempre tiene el corazón abierto para todos sus hijos, todos, todos, todos, sin exclusión», señalaba ante la Virgen de Fátima en su santuario.
Sin duda, para los asistentes será un recuerdo imborrable, un momento, tres, seis o doce días, que marcará sus vidas, pero también lo será para el resto, porque ha sido un acontecimiento que se ha seguido en todas las partes de la tierra a través de los medios de comunicación y de las redes sociales.
Plasencia, como no podía ser menos, ha tenido también una presencia importante. Un grupo importante de peregrinos de Pastoral Juvenil han asistido al acontecimiento, acompañados por nuestro Obispo, Monseñor don Ernesto Brotóns. Don Ernesto, además, daba una catequesis el pasado día 2 de agosto con la Ecología Integral como uno de los ejes. El otro, como no podía ser menos, la Virgen María, protagonista del lema de la Jornada: «María se levantó y partió sin demora». También estuvo presente Monseñor don Ciriaco Benavente, diocesano Emérito de Albacete. Junto a ellos, el Vicario de Pastoral, don Francisco E. Barrado, y varios sacerdotes de la Diócesis. También al frente del Seminario de Évora se encuentra otro placentino, don Luis Diego Casares. Fue uno de los primeros lugares que visitó papa Francisco.
Además de los integrantes de la Pastoral Juvenil, que organizó el viaje de forma conjunta con la Pastoral Juvenil de Mérida-Badajoz, fueron varios los grupos que viajaron de forma independiente, ya fuera de los scouts, de colegios o de otros colectivos diocesanos.
Todos, todos ellos disfrutaban de un acontecimiento único que reunía a jóvenes de todas las partes del mundo y de cuya dimensión nos daremos cuenta, a buen seguro, más adelante.
El primer fin de semana, entre los Días en las Diócesis y la propia JMJ, nos desplazamos a Salamanca. Allí, el letrero de un autobús lucía «Hong Kong-Lisboa-JMJ». Fue en ese momento cuando nos dimos cuenta de la verdadera importancia de la Jornada. Socialmente, un movimiento espectacular, con ciudades de paso animadas por miles de peregrinos, con alojamientos. Miles (¿millones?) de desplazamientos en autobús, tren, avión,…
Pero nos dimos cuenta, sobre todo de la importancia de la parte espiritual, de la Universalidad de la Iglesia, del importante momento que vivimos y de la importancia de seguir un camino de fe y de hacerlo todos juntos. Precisamente en Asia, en Corea del Sur, se celebrará la próxima edición dentro de cuatro años. Hasta entonces, Lisboa marca el comienzo de este camino ilusionante.
A continuación les ofrecemos un resumen fotográfico de la JMJ.