04 Jul Todo listo para la peregrinación diocesana a Lourdes
Peregrinos diocesanos en Lourdes (Archivo).
La trigésima edición de la Peregrinación Diocesana a Lourdes comenzará el jueves día 6 de julio y finalizará el lunes 10. De madrugada, de distintas localidades diocesanas, partirán los peregrinos para encontrarse en Lourdes sobre las ocho de la tarde, alojarse y cenar juntos.
Este año un total de 90 personas peregrinarán al santuario de Lourdes, «enfermos unos 20, unos 40 voluntarios y el resto peregrinos» explica Pedro Miguel Corchado, presidente de la Hospitalidad Diocesana con Enfermos a Lourdes. Antes de la pandemia, según cuenta Pedro Miguel, peregrinaban unas 120, 140 personas, «pero tras la pandemia el número ha bajado y esperamos que poco a poco se alcancen las cifras prepandémicas o se superen». El Vicario de Pastoral, Francisco Barrado Broncano, acompañará a los peregrinos, enfermos y voluntarios en esta edición especial que cumple treinta años.
Programa previsto
En la mañana del viernes 7 los participantes diocesanos podrán asistir a la misa en la Basílica del Rosario, Vía Crucis para enfermos en la Pradera o para peregrinos sanos en el Calvario. Por la tarde será el paso por la Gruta, procesión Eucarística y celebración penitencial en San José. El plato fuerte del sábado será la conocida como Procesión de las Antorchas a las nueve de la noche. El lunes los peregrinos diocesanos podrán asistir a la Misa Internacional a las nueve y media de la mañana y a las ocho de la tarde habrá Adoración en San José. El lunes 10 será la vuelta a las diferentes localidades diocesanas de origen, llevando a cabo una parada para comer en el hotel Ciudad de Burgos y a las ocho de la tarde, en Cuatro Calzadas, de Salamanca. Sobre las diez de la noche está prevista la llega a Plasencia.
Encarna Martín – Voluntaria de la Peregrinación
Soy voluntaria desde el año 1996. Peregriné por primera vez a Lourdes ese año, en un momento muy especial para mí, la verdad es que me reconfortó y me vino muy bien. Mientras que pueda voy a seguir yendo. Ayudar a los demás merece mucho la pena. Aprovecho esta ocasión para animar a hacer este viaje a enfermos, sanos, peregrinos y voluntarios ya que es una experiencia que engancha, sana y marca para siempre.