La Diócesis en la PEJ 2022: Testigos de una experiencia única de fe

La Diócesis en la PEJ 2022: Testigos de una experiencia única de fe

Hace unos días, Santiago de Compostela vivía uno de los acontecimientos más importantes del año en Europa. Decenas de miles de jóvenes participaban en la Peregrinación Europea de Jóvenes (PEJ). Coincidiendo con el Año Santo, jóvenes de distintos países han acudido al ‘abrazo’ del Apóstol y nuestra diócesis, como no podía ser menos, ha contado con una nutrida representación, a través de la convocatoria de la Pastoral Juvenil. Sesenta y cinco jóvenes participaron, junto al resto de diócesis extremeñas, en el camino de Santiago que se realizó por la zona sanabresa hasta llegar a la capital gallega, donde durante cinco días vivieron una experiencia única que les marcará de por vida.

Ahora, tras reposar unos días, la delegada de Pastoral Juvenil, Aurora González Sierra, y las jóvenes Carmen Ayuso, de Guareña, y Jara Hernández, de Plasencia, nos cuentan lo que ha supuesto para ellas y lo que han vivido a lo largo de esos días de convivencia en la fe.

AURORA GONZÁLEZ SIERRA (delegada de Pastoral Juvenil de la Diócesis):

-¿Cómo ha sido la experiencia?

-Ha sido una experiencia muy bonita y enriquecedora como son siempre las actividades del Secretariado. Lo resumiría así: “El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”. Ha sido la primera vez que realizamos en conjunto las delegaciones de pastoral juvenil de las tres diócesis de la provincia eclesiástica una actividad de este tipo. Llevamos tiempo trabajando juntos, uniendo formas de trabajar, aprendiendo unos de otros, programando juntos algunas actividades de formación, pero esta ha sido la primera fuera de los límites de la provincia eclesiástica.

-¿Fue como esperabas?

-Nunca salen las cosas como esperas. Siempre haces todo lo posible porque esté todo correcto, salga como estaba planeado, no haya ningún problema, pero siempre hay algo que la hace especial: surgen problemas, aparece gente que desconocías o que te sorprende y todo esto ya la hace distinta y mejor que lo que pensabas. En el papel siempre está muy bien coordinado y escrito, pero después nunca acaba siendo así. Con los jóvenes es difícil que salgan las cosas como lo esperas, pues su alegría, su miedo, su incertidumbre y sus ganas de vivir hacen que todo vaya mucho mejor de lo que hay planeado sobre el papel.

-¿Qué es lo que más te ha sorprendido?

-Me han sorprendido muchas cosas, destacaría la capacidad de trabajo que hemos tenido uniéndonos a gente que no conocíamos para que todo saliera bien; la comprensión de los jóvenes ante las adversidades que han surgido durante la actividad; la sorprendente vida de fe de los jóvenes diocesanos, tapada tras una capa de superhéroe; la cantidad de gente joven que ha salido a la calle a mostrar su fe sin miedo; las ganas que tienen los jóvenes de buscar y descubrir.

-¿Repetirías en Lisboa?

-Por supuesto. Sin dudarlo. Es verdad que hay momentos en los que piensas en bajarte del carro, pero las caras de los jóvenes, la ilusión, los abrazos y su alegría te hacen cambiar pronto de idea. Esta Peregrinación Europea de Jóvenes ha sido la antesala de la JMJ, hemos llevado el mismo ritmo de trabajo de la JMJ y esto ha hecho que te entren ganas de vivir otra nueva experiencia. El próximo curso nos uniremos a jóvenes de todo el mundo para enseñar al mundo que sigue habiendo jóvenes cristianos.

-¿Cómo ha sido la experiencia desde el punto de vista religioso?

-Desde el punto de vista religioso ha sido algo que no se puede explicar con palabras. Lo resumía antes con la frase: “El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”, y eso es lo que siento. Él ha hecho que un grupo de jóvenes nos subiéramos en un autobús para peregrinar a la tumba del apóstol y vivir en Santiago, junto con jóvenes de toda Europa, una experiencia de fe y hemos vuelto con la sensación de haber formado una FAMILIA. Como nos explicó un obispo en una de las catequesis, cada uno somos un trozo que forma la imagen de Dios, pues cada uno hemos puesto nuestras cualidades y debilidades ante los demás para vivir esta experiencia.

Estas experiencias siempre sirven para reafirmar la fe y recargar las pilas para continuar en la tarea que el Señor me ha encomendado, que en este caso es hacer que los jóvenes tengan un encuentro real con Cristo y estoy segura de que en estos días, muchos de ellos, se han quitado esa coraza que traían y lo han vivido.

-En tu caso, ¿supone un mayor orgullo?

-Claro que supone un orgullo, pues en mi caso estoy ayudando a otros jóvenes a vivir y sentir lo que a mi me pasó con su edad y lo que hace que hoy esté al frente del Secretariado de Pastoral Juvenil. Ojalá fuéramos capaces de llegar a muchos más jóvenes, de perder el tiempo con ellos, de escucharlos y acompañarlos, pues es lo que hoy necesitan y demandan. Muchos se acercaron los últimos días a darnos las gracias por haberlos invitado y por todo lo que habíamos hecho para que todo saliera bien y eso es lo mejor que te puede pasar.

-¿Con qué momento te quedas?

-Es muy difícil quedarte y elegir un único momento de estos diez días de convivencia que hemos tenido los 200 peregrinos que hemos participado de las diócesis extremeñas. Voy a elegir un momento del camino y otro del Encuentro Europeo de jóvenes de Santiago. Del camino destacaría las llegadas al alojamiento tras el camino, esas caras de cansancio y alegría a la vez. Esas miradas cómplices entre los peregrinos y los que los esperábamos con todo preparado para que pudieran descansar. Momentos de abrazos por haber conseguido una nueva etapa, las prisas por coger sitio en el pabellón, las colas de la ducha, la incertidumbre de la comida… ¿qué hubiera sido sin estos momentos…? Y del encuentro en Santiago, me quedo con la Vigilia del sábado en el Monte del Gozo. En los momentos previos vivimos un ambiente joven, alegre de los jóvenes llenos de Cristo, cantos, bailes… y en la vigilia muy bien cuidada y organizada recorrimos el camino a través de signos y símbolos de la historia cristiana para terminar en el encuentro con Cristo. Impresiona ver cómo más de diez mil jóvenes con las linternas de los móviles encendidas, esperan de rodillas la entrada del Señor.

Miles de jóvenes, con las linternas de sus móviles encendidas, en la Vigilia.

 

CARMEN AYUSO (Guareña):

-¿Cómo ha sido la experiencia?

-Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Me ha servido de desconexión porque era algo que necesitaba. Tenía la mochila cargada de muchas cosas malas y gracias al camino he conseguido desprenderme de ellas y regresar con la mochila llena de cosas buenas, de amor, de superación y sobre todo de ganas de seguir creciendo en la fe de Cristo. Espero que esta peregrinación sirva para que la semilla que el Señor tiene plantada en cada uno de nosotros vaya dando sus frutos poco a poco y este fruto se contagie a las personas que nos rodean y que no viven la vida de Jesús.

-¿Fue como esperabas?

Para nada. Me esperaba un simple encuentro con jóvenes, pero no con doce mil personas que viven en la fe. Escuchar muchos testimonios me ha cambiado la forma de ver la vida y de dar gracias a Dios por todo lo que tengo y no quejarse continuamente de todo.

-¿Qué es lo que más te ha sorprendido?

-Me ha sorprendido la forma que tenían de vivir en la fe de Cristo y ver que no estaba sola, que ellos son jóvenes como yo que buscan crecer en la fe y vivir siempre a su lado.

-¿Repetirás en Lisboa?

-Sin dudarlo. Estoy deseando que llegue el verano para vivir de nuevo otra experiencia tan enriquecedora y rodeada de tanta juventud.

-Cómo ha sido la experiencia desde el punto de vista religioso? ¿Te ha servido para reafirmar tu fe?

-Desde mi punto de vista creo que ha sido una experiencia que ha reafirmado la fe de muchos de los que hemos participado en este encuentro. Personalmente he llegado al encuentro en un momento en el que no estaba completamente entregada y me ha servido para encontrarme a mí misma.

-La PEJ 2022 ha sido todo un ejemplo de civismo demostrando que la juventud es distinta de la que muchas veces se presenta en los medios. ¿Supone un mayor orgullo?

-Sinceramente sí es un orgullo puesto que no todos los jóvenes somos iguales y cada uno tiene inquietudes diferentes. Cada uno actúa de una manera y según de las personas que te rodees puedes ser una persona cívica o todo lo contrario.

-¿Con qué momento te quedas?

-Me quedo con varios. Uno, cuando entró la cruz de los jóvenes en la vigilia con el canto a una sola voz de todos los allí presentes. Creo que para los que hemos tenido la oportunidad de coger la cruz fue un momento súper emocionante. Y otro momento que también me gustó mucho fue la Hora Santa que tuvimos, donde toda la gente respetó a los que querían acompañar al Señor en esa noche.

 

JARA HERNÁNDEZ (Plasencia)

-¿Cómo ha sido la experiencia?

-Ha sido una experiencia única, nunca me hubiera imaginado que iba a ser tan increíble, ni que me iba a marcar tanto como lo ha hecho.

-¿Fue como esperabas?

-Para nada ha sido como lo esperado. Me he sorprendido mucho, ha sido algo mágico de verdad y cada vez que lo recuerdo es inevitable sonreír o que salga alguna lágrima de la emoción.

-¿Qué es lo que más te ha sorprendido?

-Me ha sorprendido mucho la unión que se ha forjado en diez días con personas que no conocíamos. Ahora nos consideramos una familia de doscientos integrantes. Y también me ha sorprendido mucho lo grande que es la comunidad Cristiana y lo lejos que puede llegar. Es sorprendente el valor y lo grande que es nuestra fe.

-¿Repetirás en Lisboa?

-Está claro que repetiré en Lisboa, sin pensármelo. Será otra experiencia más y diferente, con el mismo objetivo, acercarme a Dios junto con personas que comparten esa fe y ese amor especial que existe en nosotros, los cristianos.

-¿Cómo ha sido la experiencia desde el punto de vista religioso?

-Desde el punto de vista religioso ha sido una experiencia muy plena, no puedo parar de sentirme afortunada y con ganas de más, me ha llenado mucho. Me ha servido tanto para reafirmar mi fe como para darme cuenta de que la necesito como complemento en mi vida. Realmente un orgullo sentir la fe.

-¿Supone un mayor orgullo?

-Supone un mayor orgullo y para algunos es una sorpresa. Es increíble ver todo lo que une la fe cristiana y es increíble sentir lo que sentimos sin necesidad de algo más allá, simplemente de estar juntos viviendo y disfrutando la experiencia de ser jóvenes cristianos.

-¿Con qué momento te quedas?

-El momento más especial para mi es difícil de escoger entre tantos, creo que no podría elegir entre momentos como la Hora Santa, las catequesis, las largas y profundas conversaciones con mi grupo, los kilómetros andados en compañía de personas muy especiales, la entrada en la Plaza del Obradoiro con las fuerzas que ya no quedaban en nosotros, los abrazos, los llantos, las risas…

 

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