14 Jul “En la vejez seguimos dando frutos”
Con motivo de la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores que la Iglesia celebra el domingo 24 de julio entrevistamos a Encarna Calderón Mateos titulada en Magisterio, viuda, madre dos hijas, abuela de cuatro nietos y además sacristana de la parroquia Santa María del Consuelo de Don Benito.
-¿Cuándo o cómo empezó su relación con la Iglesia?
-No podría decir un momento concreto porque realmente he colaborado toda mi vida con la Iglesia. El hermano mayor de mi madre era sacerdote y tuvimos siempre mucho contacto. Además mi tía, la hermana mayor de mi madre, religiosa del Santo Ángel. En mi casa lo hemos vivido con naturalidad, estar cerca de la Iglesia y ayudar en todo lo posible. Reconozco que cuando mis hijas se fueron a estudiar fuera tenía más tiempo y fue entonces cuando asumí más responsabilidades y acepté la propuesta de ser sacristana de la parroquia de Santa María.
-¿Qué hace una sacristana?
-Pues encargarse de la limpieza del templo, me llevaba los manteles y demás enseres del altar los lavaba y planchaba en mi casa. Además tener todo listo para que no falte un detalle en las celebraciones. Mi voluntariado no se ha limitado a la parroquia sino que también he estado ayudando en Cáritas, en la Pastoral de la Salud llevando la Comunión a los enfermos que no podían asistir a misa y siempre en todo lo que he podido. Gracias a Dios he colaborado mucho ha sido una alegría muy grande en mi vida y una satisfacción poder hacerlo.
-¿Por qué en esa parroquia?
-En realidad yo pertenezco a la de Santiago por mi lugar de residencia pero me incorporé a la de Santa María porque don Juan Bravo me pidió ser la sacristana de allí hace 33 años. En principio éramos tres pero una se tuvo que ir a Cáceres y nos quedamos dos. Empecé con don Juan, luego vino don Bernabé y actualmente con don Juan Manuel a quien agradezco haberse acordado de mí para esta entrevista que no merezco.
-¿Qué le parece la celebración de la Jornada de los Abuelos y de los Mayores?
-Me parece que fue un acierto de nuestro Papa establecer esta jornada de exaltación de los valores que transmitimos los abuelos y las personas mayores. Como dice el lema de este año “En la vejez seguimos dando frutos” seguimos ayudando y colaborando en todo lo que podemos con nuestros hijos y nietos, dándoles lo que no tenemos para que sean felices; en la parroquia y a cualquier persona que lo necesite.
-¿Y ahora?
-Ahora tengo 84 años me han operado varias veces y ya no puedo colaborar al mismo nivel que antes pero participo en todo lo que puedo y voy a misa diariamente porque si no voy parece que me falta algo. Es una cosa que me hace muy feliz y que hago desde que era una niña.