Nuestro seminarista Miguel Ángel será admitido a órdenes sagradas este domingo

Nuestro seminarista Miguel Ángel será admitido a órdenes sagradas este domingo

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Nuestro seminarista Miguel Ángel Palacios Pino será admitido a las sagradas órdenes este domingo día 10 de junio.

El rito de admisión será presidido por nuestro obispo Don José Luis Retana, en la iglesia de Guadalupe de Miajadas, su pueblo natal, a la siete de la tarde. “Me parecía bonito que fuera en mi pueblo, y así se lo propuse al Señor obispo cuando le hice la petición. Allí está mi familia y fue también allí donde descubrí, siendo niño, que el Señor me estaba llamando para una misión muy grande. Es dentro de la Iglesia donde el Señor nos llama a algunos para desempeñar el ministerio sacerdotal” explicaba así Miguel Ángel por qué será en Miajadas.

Miguel Ángel se siente ante este importante paso en su camino hacia el sacerdocio, “Bastante emocionado y feliz. Es la primera vez que en público y en el contexto de una celebración pediré a la Iglesia que me admita como candidato para recibir en el futuro, el sacramento del orden sacerdotal. Consiste en la presentación ante la comunidad y después vienen dos preguntas que me hará el obispo sobre si quiero terminar este periodo de preparación para recibir más adelante el ministerio y si quiero formar mi espíritu para asemejarme fielmente cada día más a Cristo. A ambas responderé con el sí quiero, sabiendo que me pongo en disposición de la Iglesia para servir en aquello que me mande. Tras esto la comunidad en las peticiones pedirá al Señor la gracia de su bendición sobre mí para que finalmente el obispo me bendiga”.

El Rito de Admisión

El Rito de Admisión a las Sagradas Ordenes es el primer paso hacia el sacerdocio. Se realiza dentro de una Eucaristía en la que el seminarista manifiesta públicamente su intención a responder a la llamada de Dios para ser sacerdote.

El Obispo, en presencia de la comunidad acepta su petición. De esta manera, el seminarista queda además encomendado tanto al Obispo como al resto del pueblo de Dios, que cumplen el mandato del Señor de orar por los trabajadores de la mies.

La Iglesia, como Madre, acoge la respuesta generosa de sus hijos que deciden  entregarse al servicio de Dios y de los hombres, invitándoles también a continuar su preparación para ser ordenado sacerdote.

Se trata por tanto de un doble SÍ: el seminarista, en medio de la Iglesia, responde públicamente a la llamada de Dios y la Iglesia acepta su respuesta a la llamada y confirma su vocación.