26 Jun El número de personas atendidas por Cáritas sigue subiendo en la diócesis
Mientras los anuncios de recuperación se suceden por parte de las autoridades económicas, Cáritas Diocesana de Plasencia sigue sumando usuarios. La mayor parte de ellos llegan acuciados por necesidades básicas como la ropa, la comida o las facturas del hogar. La organización eclesiástica atendió en 2014 en la diócesis placentina a 14.476 personas, un 6,8% más que el año anterior, mientras que la cantidad destinada a respuestas de ayuda económica se disparó un 22,1%, hasta 572.689 euros.
Los datos vienen reflejados en la memoria de 2014 que ayer presentaron los responsables de Cáritas en Plasencia acompañados por el obispo, Amadeo Rodríguez Magro. Las cifras y gráficos del documento dibujan un panorama desolador para cada vez más personas de la diócesis, muchas de ellas familias formadas por padres jóvenes, de entre 30 y 40 años, con hijos pequeños a su cargo, que ya son el perfil predominante entre los usuarios. El segundo son familias en paro que han agotado las prestaciones sociales, y el tercero personas y familias que, aun trabajando o con prestación, no logran cubrir sus necesidades básicas.
«El gran fracaso en esta crisis es que ha destruido la clase media. Gente que hasta hace poco eran contribuyentes de Cáritas ahora son usuarios, y esa es una realidad que no vamos a ocultar». Es el demoledor análisis de Pedro Javier Díez, director y delegado episcopal de Cáritas Plasencia, que conoce de primera mano la situación de las personas que piden ayuda en la diócesis placentina. «Muchas de esas familias tienen niños pequeños, que están siendo los grandes paganos de la crisis».
El obispo profundizó en la misma idea al recordar que «hace 10 años casi se había eliminado lo que llamábamos Cáritas asistencial, para las necesidades más básicas, y nos dedicábamos sobre todo a acompañar a las personas en su desarrollo, pero hemos tenido que volver obligados por las circunstancias».
Quizás el único dato esperanzador que se puede extraer de la memoria presentada ayer es que el número de nuevos usuarios de Cáritas bajó el pasado año a más de la mitad en relación a 2013, un total de 3.058 frente a 6.358. Si embargo, Pedro Javier Díez achaca esas cifras a que ya han llegado a la mayoría de las personas que podían llegar. Además mencionó la llamada «pobreza vergonzante», la de las personas que se resisten a pedir ayuda aunque es evidente que les hace falta, un fenómeno que se da sobre todo en los pueblos, «donde se conoce todo el mundo».
Presupuesto
Cáritas Diocesana de Plasencia manejó el pasado año un presupuesto de 1,8 millones de euros, de los cuales el 29,5% fue para cogida y asistencia, el 26,63% para atender a personas sin hogar, el 13,2% para empleo, el 6,2% para mayores, el 2,6% para inmigrantes y el resto para otros fines. Pedro Javier Díez recalcó que la totalidad del dinero se dedicó a la acción social.
La principal fuente de financiación de Cáritas en la diócesis placentina, en torno al 60% del total, sigue procediendo de las administraciones públicas, y el 40% de aportaciones privadas de socios, donativos, colectas, campañas, etcétera. Esa es una proporción que Cáritas trabaja por invertir a medio o largo plazo, si bien el director del organismo recordó que realizan una labor que debería ser asumida por las administraciones públicas y no lo hacen. El obispo señaló en el mismo sentido que «hay espacios a los que no llega nadie y la Iglesia tiene que reinventarse permanentemente para estar en ellos, para salir al quite cada vez que surge una nueva pobreza».
La memoria incluye también los datos del proyecto para personas sin hogar Volver a Ser. El Centro de Acogida Temporal (CAT) de Plasencia atendió en 2014 a 859 usuarios, y el de Don Benito a 1.562. Además 33 personas pasaron por el Centro Regional de Reinserción (CRR) de la ronda sur, y hubo tres en los Pisos de Vida Autónoma. Un dato destacado y que se repite cada año es que el 88% por ciento de los usuarios de este programa son hombres.
En el programa de empleo, incorporado en 2013 como una cuarta fase dentro de Volver a Ser, fueron atendidas 604 personas, mientras que con el Plan de Pobreza Infantil se prestó ayuda a 542 familias y a 1.124 menores.