Don Amadeo Rodríguez Magro nombrado Hijo Adoptivo de Plasencia

Don Amadeo Rodríguez Magro nombrado Hijo Adoptivo de Plasencia

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Con el Ave María, interpretado por Pablo Sánchez Payo con el violonchelo y José María Villegas al Piano, daba comienzo el sábado 22 de abril, el solemne acto de nombramiento de Don Amadeo Rodríguez Magro como Hijo Adoptivo de Plasencia, en el Claustro del Centro Cultural Las Claras de la ciudad placentina.

Allí se dio cita toda la sociedad civil, militar y eclesiástica que quiso acompañar a su anterior Obispo, Don Amadeo, en la entrega de este reconocimiento, que por voluntad del alcalde, D. Fernando Pizarro, el apoyo popular y la aprobación de la mayoría de la Corporación municipal, le concedieron al Obispo Don Amadeo, el pasado 5 de septiembre.

Nuestro Administrador Diocesano, Vicarios y sacerdotes de toda la Diócesis acompañaron a Don Amadeo, además de miembros de la curia  y de diferentes movimientos y asociaciones diocesanas. También estuvo arropado por sus hermanas, Estrella y Jacinta, sus sobrinos y su equipo más cercano del Obispado jiennense, representado por sus Vicarios Episcopales.

Tras la interpretación del Ave María, intervino la cronista de Plasencia, Dª Esther Sánchez Calle quien pronunció un discurso, en el que por un lado hizo un recorrido por el episcopologio de la Diócesis, destacando la vinculación de la Iglesia con la vida de la ciudad, y por otro, Sánchez Calle también quiso resaltar la labor, no sólo eclesiástica, sino también humanista y cultural de Don Amadeo Rodríguez Magro al frente de la Diócesis de Plasencia.

A continuación, el Administrador diocesano de Plasencia, D. Francisco Rico Bayo y Vicario General en el episcopado de Don Amadeo, presentó ante los asistentes un perfil cercano y amable de quien dirigió la Diócesis placentina durante los últimos trece años.

Por último el Secretario General del Ayuntamiento leyó el acuerdo plenario, de fecha 5 de septiembre de 2016, por el cual Don Amadeo fue nombrado Hijo Adoptivo de Plasencia.

En citado acuerdo, se expone, entre otros términos que:

«Vista la intensa vinculación con la Ciudad de Plasencia durante sus años como Obispo de la Diócesis de Plasencia (2003-2016) tanto en el aspecto Espiritual como en el desarrollo Cultual, Económico y social, derivado de sus decisiones como Obispo».

Además destaca «Su papel activo, ha sido imprescindible para avanzar en la aportación de estudios universitarios en la ciudad. Gracias a su visión sobre las necesidades de la nueva iglesia, durante estos 13 años, se ha convertido en realidad mejoras continuas en el conjunto del patrimonio eclesiástico de nuestra diócesis, la rehabilitación del seminario menor como residencia sacerdotal, la actualización o las continuas mejoras en la Catedral de Plasencia.

Don Amadeo ha sido un gran gestor que ha hecho posible afrontar cuestiones muy importantes para la vida cotidiana de esta diócesis, su acción social aplicando de manera impecable la doctrina social de la Iglesia, ha hecho posible que la Institución esté junto con el más necesitado, en un momento y en una Diócesis especialmente castigada por la crisis, su compromiso social ha hecho que la Iglesia llegue al corazón de quien más lo necesita».

El Alcalde de la ciudad y su anterior Obispo se fundían en un abrazo mientras le hacía entrega del título que lo convierte en Hijo Adoptivo de Plasencia.

Discurso

Un emocionado Don Amadeo tomó la palabra para agradecer a todos los presentes su asistencia a este solmene acto. Para a continuación decir:

«Siento que os debo ofrecer el rostro más común, el que más se parezca a lo que sois cada uno de vosotros. Sé, no obstante, que, para presentarme de ese modo, he de desprenderme de añadiduras, de honores o títulos; porque el mayor de todos ellos va a ser siempre, a partir de ahora, el tener como madre a esta querida ciudad. Desde hoy, cuando me pregunten de dónde soy, además de mencionar a mi Olivenza-San Jorge natal, añadiré: y de Plasencia, que me ha adoptado como a uno más de sus hijos».

En este sentido, el Obispo de Jaén ha expresado su cercanía, su sentimiento de placentino y lo bien acogido que fue por toda la sociedad de esta Diócesis durante sus años de Prelado en esta tierra: «Siempre me sentí un ser humano como cualquiera de vosotros, un cristiano con todos vosotros, un enviado del Señor a todos vosotros, y procuré ser consciente de que sólo podía cumplir con mi misión con fraternidad y servicio».

El recién nombrado Hijo Adoptivo de Plasencia hizo un recorrido por su infancia, por su juventud, un recuerdo por sus primeros destinos como sacerdote en su Badajoz natal, y de un modo muy especial tuvo un recuerdo para todos los que lo habían acompañado en el camino. De una manera especial, a algunos maestros y a sus hermanas y familia como ejes de su vida junto, como no, a Jesucristo como guía y faro de su vida.

En su emocionado discurso hizo un breve repaso por sus años como Pastor de la Iglesia de Plasencia. Agradecido a todos los que habían trabajado con él, y por la labor que durante esos años se llevó a cabo en esta hermosa ciudad. Por lo que refirió «al llegar a Plasencia, me vi envuelto en proyectos, unos inacabados, otros ya incoados y otros pidiendo ser tenidos en cuenta en el futuro. A todos, poco a poco, o al menos a los más urgentes e importantes, les hemos ido dando su tiempo con ilusión y, espero que, a vuestro juicio, también con competencia».

Para concluir, y antes de agradecer a la Corporación Municipal este gesto con su persona, quiso demostrar que se siente hijo de Plasencia, título que llevará con honor y con mucho afecto: «prometo hoy solemnemente ante todos vosotros querer siempre a la ciudad de Plasencia, sin rebajar nunca el afecto que le tuve desde el primer día que llegué como Obispo a esta histórica y amada sede placentina. Y quiero decirle a esta nueva madre que me acoge que siento un enorme orgullo de ser su hijo. Gracias Plasencia, porque un regalo como el que me haces, en esta hora ya tardía de mi vida, es para mí como un nuevo renacer en el afecto filial. Por eso te digo, buena madre, Plasencia querida, que siempre te llevaré en mi corazón».

Tras un ovacionado aplauso, en el que se puso de manifiesto la estima de la que goza Don Amadeo entre los placentinos, quiso el Alcalde tomar la palabra ensalzando la figura de Don Amadeo comparándolo con los grandes conquistadores extremeños: «Vino a conquistar a los placentinos, no con ningún arma sino con su sonrisa»- ha afirmado el Alcalde. Quien también ha destacado la labor de conexión de la Iglesia con la sociedad de Plasencia en todos sus órdenes. «Don Amadeo llegó- explicó Pizarro- en un momento delicado para la ciudad y consiguió con su trabajo multiplicar los panes y los peces».

Antes de la conclusión del acto con el himno a Plasencia, el Obispo  hizo entrega al alcalde de una litografía del siglo XIX del Santo Rostro, como símbolo de la Diócesis de la que ahora es Pastor.

Finalmente, el Obispo acompañado del Alcalde y de miembros de la Corporación Municipal, del Clero y de su familia y de un numeroso grupo de fieles, se dirigió a la Plaza «Obispo Amadeo».