DECLARACIÓN DE LOS OBISPOS DE EXTREMADURA

DECLARACIÓN DE LOS OBISPOS DE EXTREMADURA


Declaración oficial de los obispos de Extremadura sobre la Clase de Religión

Los Obispos de la Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz (Mons. Celso Morga, arzobispo de Merida-Badajoz, Mons. Francisco Cerro, obispo de Coria-Cáceres y Mons. Jose Luis Retana, obispo de Plasencia) y el arzobispo Toledo, Mons. Braulio Rodríguez, manifestamos nuestra preocupación por la situación de la asignatura de Religión Católica, de libre elección por parte de los padres de los alumnos y de oferta obligatoria para los centros educativos, ante la próxima publicación del Decreto de la ordenación y currículo de Educación Secundaria Obligatoria y del Bachillerato para la Comunidad Autónoma de Extremadura.

En atención a nuestra responsabilidad declaramos:

1.- La asignatura de Religión Católica es un derecho constitucionalmente protegido por el art. 27.3 de la Constitución española, donde se trata del Derecho a la Educación y se garantiza “el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo a sus propias convicciones”. Asimismo, esta materia está amparada por los Acuerdos internacionales entre el Estado español y la Santa Sede de 1978, así como por otros Tratados internacionales a los que se ha sumado España.

Es de notar, además, que en nuestra Comunidad autónoma hay una amplia mayoría de padres que demanda cada curso escolar la asignatura de Religión Católica para enriquecer la formación integral de sus hijos, tanto en Enseñanza Secundaria Obligatoria como en Bachillerato.

2.- Entendemos que esta asignatura de Religión Católica aporta un gran bien al desarrollo de todas las competencias incluidas en el currículo.

En nuestra historia española, la relación del hombre con Dios ha tenido un punto de encuentro en el Cristianismo. Aunque no todos sean practicantes, si viven en una cultura inspirada en el cristianismo. Por eso, queremos destacar cuánto ayuda esta asignatura a comprender lo que nos constituye como pueblo y civilización. La cultura que ha generado el Cristianismo, el derecho, las iniciativas sociales, la literatura, la música, la escultura, la pintura, la arquitectura, etc., todo queda iluminado desde la inserción de los contenidos de la asignatura de Religión Católica en el curriculum oficial. Con esta enseñanza nuestros niños y jóvenes tienen una educación más completa e integral y con mayor bagaje cultural.

Además, el factor religioso supone adherirse a una serie de valores  humanizadores como el bien, la paz, la solidaridad, la verdad, y la apertura a Dios, que no es enemigo del hombre. Asistir a clase de Religión Católica en la escuela es una manera de cultivar una visión del mundo, tener un juicio sobre las cosas, e ir asimilando la sabiduría que la cultura cristiana ha sido capaz de generar a través de los siglos.

3.- La Sentencia del Tribunal Supremo del pasado 21 de marzo de 2018 no obliga ni aconseja la reducción horaria de dicha asignatura, antes bien sienta una doctrina jurisprudencial novedosa que determina con claridad que la asignatura de Religión Católica ha de contar con «la carga horaria que sea necesaria para su adecuada enseñanza». Esta nueva regulación del Decreto, de acuerdo con la disposición adicional 2 de la LOE-LONCE, vulneraría la referida exigencia, pues no es posible desarrollar el currículo de la asignatura con la reducción que nuevamente se pretende.

4.- La reducción al mínimo del horario de la asignatura de Religión católica, que no se aplica a otras asignaturas del mismo perfil, categoría e importancia, tiene difícil justificación y seguramente constituiría  una vulneración de esta doctrina del Tribunal Supremo.

5.- Apoyamos también explícita y firmemente a los profesores de la materia de Religión Católica por todo lo que supondría para ellos y para sus familias la reducción del horario lectivo, con la consiguiente pérdida de ingresos en las familias de unos profesionales cualificados, que cobran por horas lectivas. Por otra parte, este colectivo se encuentra pendiente de la correspondiente Sentencia del Tribunal Supremo, por lo que no parece aconsejable ni prudente legislar sobre este asunto.

Renovamos nuestro deseo de diálogo con la Administración autonómica y esperamos una solución que repercuta en beneficio de todos, de los alumnos y sus familias, y de toda la sociedad extremeña.

Cáceres, a 31 de mayo de 2018

Los obispos de la provincia eclesiástica y arzobispo de Toledo