01 Jun “Si falta el padre, los hermanos aúnan trabajo e ilusión para sacar adelante a la familia”
Primeras palabras de nuestro Administrador Diocesano a sacerdotes, laicos, “pueblo de Dios que vive en nuestra querida diócesis de Plasencia”.
Queridos sacerdotes y diocesanos todos
Habiendo sido elegido por el Colegio de Consultores como Administrador Diocesano, quiero dirigirme a vosotros, sacerdotes y laicos, pueblo de Dios que vive en nuestra querida diócesis de Plasencia, con estas palabras que salen de mi corazón. Por este medio quiero expresar mi sincera gratitud al Señor, porque ha confiado en mi para ser el Administrador Diocesano de esta diócesis mientras dure la situación de sede vacante. Agradezco a mis hermanos sacerdotes del Colegio de Consultores, que, en la tarde del domingo 29 de mayo, solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, me eligieran para esta misión. Gracias, hermanos, por vuestra confianza en mi persona. Sé que os fiáis más de la gracia del Señor que de mis propias fuerzas, y hacéis muy bien. A Él sea la gloria por los dones que reparte gratuitamente a los hombres. Gracias a lodos los que habéis manifestado vuestra alegría al conocer mi elección. Nuestra fuerza y nuestra esperanza están en el deseo de comunión fraterna y en la fidelidad a Jesucristo.
Si falta el padre, los hermanos aunan trabajo con ilusión para sacar adelante a la familia. Deseo que, en estos momentos, esta sea la actitud de todos los que formamos la Diócesis de Plasencia. Tenemos abierto el camino no sólo para que siga la vida, sino para que avance en la buena dirección, no se trata sólo de conservar, sino dar nueva vitalidad a la misión diocesana, no en lo ya vivido, sino en el fruto que significa la perseverancia en el empeño de que cada parroquia siga siendo una misión y cada cristiano un misionero. Las obras de misericordia espolean nuestra generosidad en el servicio a los hermanos y aún no hemos llegado al limite de nuestras posibilidades de entrega y de servicio. Tenemos camino que recorrer y sendas por donde avanzar, no podemos quedamos en el reposo y quietud de lo ya conseguido.
Agradezco a los religiosos y religiosas de vida activa su trabajo y dedicación a la tarea evangelizadora; igualmente, agradezco la oración de los religiosos y religiosas de vida contemplativa, que son el corazón del fruto evangelizador
No me olvido de los enfermos ni de los que padecen cualquier clase de necesidad, ellos son los privilegiados del amor, de la cercanía y de la misericordia de Dios Padre
Confiando en el amor que el Señor nos tiene, oremos humildemente unos por otros para que, consolados y fortalecidos por el Espíritu Santo, edifiquemos sobre sólidos cimientos la Iglesia de Jesucristo
Siempre a vuestra disposición en la alegría del Señor Jesús resucitado
Francisco Rico Bayo
Administrador Diocesano sede vacante