26 Nov 490 personas han pasado este año por la Casa de Acogida
Hombre, español, alrededor de los 45 años y adicto al alcohol u otras sustancias tóxicas. Este es el perfil mayoritario de las personas que acuden a la Casa de Acogida de Don Benito, en la calle Madre Teresa Jornet. Este año, ya han pasado 490 usuarios, a los que un equipo de profesionales y voluntarios dan alojamiento, manutención y una ayuda integral a nivel personal para que puedan recuperar su proyecto de vida.
Esta cifra es algo menor, sobre un 3%, si se compara con el pasado año, aunque sí ha aumentado la estancia media de los usuarios. En un principio, el tiempo de acogida no superaba la semana, pero con el objetivo de dar respuestas a los problemas de las personas acogidas, ahora la permanencia es mayor. Gracias a ello, consiguen sacar adelante a un 10-15% de los que visitan la casa. «Ofrecemos un alojamiento temporal, pero con los años observamos que si queremos ofrecer ayuda integral tienen que estar meses, el tiempo que sea necesario», explica el trabajador social de este centro, Juan Carlos Núñez.
De cara a la temporada invernal, prevén un repunte, no obstante, atienden a todo el que llega aunque las 15 camas estén ocupadas. Para ello, tienen cuatro sofás cama y, si es pertinente, facilitan un hostal u otro alojamiento en casos de verdadera necesidad. En función de cada problemática, los derivan a centros especializados donde tratan los diferentes trastornos, en el caso que sean personas con enfermedad mental (suponen un 25% del total); o adicciones, el caso más frecuente (50%), aunque como explica el profesional, normalmente, presentan patologías duales. En los últimos años han proliferado los jóvenes que salen de casa a buscar trabajo y cuando se ven sin recursos, acuden a la casa (15%).
Por nacionalidades, los españoles representan un 80% de los usuarios y, de ellos, el 87% son hombres. Una mayoría son extremeños y también acuden de regiones cercanas como Andalucía o Castilla La Mancha, en gran medida.
Esta tarde, en conmemoración del Día Mundial de los Sintecho, Cáritas organiza la lectura de un manifiesto en la plaza de San Marcos a las 17.30. Como es habitual, los miembros de la oenegé católica compartirán un café con estas personas y celebrarán la eucaristía con ellos en la parroquia de Santa María. El domingo, volverán a participar en misa, aportando cada uno su testimonio.
Desde Cáritas, han cedido material didáctico a los colegios para concienciar a los más jóvenes. «Es importante que sepan que los sintecho son personas únicas e irrepetibles que tienen derecho a una vida digna. Cada uno podemos ser agentes movilizadores de esperanza y reclamar los derechos de estas personas que se encuentran en una situación de exclusión social. Merece la pena que los acompañemos», apunta su presidenta local, Lola Tena.